#5

650 32 35
                                    

🔞

Suspirando, Tabi se quitó la sudadera quedando con aquella camiseta amarillenta de mangas largas que acompañaba y combinaba con su jean claro.

Ya llegué. —Avisó como de costumbre.

Agoti se había quedado con él los últimos días, pero esta vez la casa estaba sola, que novedad, ¿a dónde habría ido ese chico? Ni siquiera le aviso que saldría, pero bueno, ¿quién era él para cuestionar a dónde iba? No eran pareja, ¿por qué debería importarle con quién se relacionaba fuera de la casa?

Desabrochando su pantalón, bajó la cremallera de esta, para cuando llegó a la cama se quitó los zapatos, quitándose finalmente los acalorados pantalones para así recostarse boca abajo sobre su cama, era de los pocos momentos que poco estar así sin ser expuesto a su nuevo compañero de hogar.

Este tonto no hizo la cama. —Dijo para sí mismo, notando como la cama seguía desordenada como aquella mañana.

¿Qué podía esperar de ese mimado chico? Era obvio que no haría nada si solía despertarse tarde, o porque solía volver a recostarse una vez que hacía la cama.
Cerrando sus ojos, y segundos después un agradable aroma llegó a su alcance, haciéndole abrir sus ojos nuevamente, observando una de las camisetas de su mejor amigo sobre la cama, se arrodilló para recogerla, habían varias prendas ahora que se fijaba, al parecer alguien se había arreglado para salir.

Tonto, ¿cree que no me canso como para venir y doblar y guardar sus cosas? Maldita perra mimada. —fue reuniendo las prendas.

Para cuando recogió la última, se detuvo un poco, acercándolas a su rostro para olfatear su agradable aroma, el olor de Agoti estaba impregnado en ellas, era realmente agradable sentirlo así de cerca sin tener que pasar la vergüenza de abrazarlo en persona.
Nunca le había pasado esto antes, ¿sería porque estaban vinculados?, era raro, anteriormente no sentía esa mañosa necesidad de tenerlo cerca, y por más que intentara negarlo era evidente que si le quería, al menos un poco, pero temía exponer su verdadero sentir y resultar ser rechazado.

Recostándose nuevamente, frotó su rostro en aquellas prendas, sintiendo su rostro acalorado por el contacto, se encorvó un poco en lo que pequeñas oleadas de calor invadían su cuerpo, ¿dónde se supone que estaba Agoti? Lo necesitaba a su lado, aquí y ahora.
La sensibilidad de su cuerpo incrementó un poco, el mínimo roce le ponía bastante, no estaba en celo, era imposible, pero aún así se sentía vulnerable.

Deslizó su mano por su propio cuerpo, bajando por su pecho y abdomen hasta su vientre, topándose con una pequeña erección, a lo cual maldijo en voz baja. Buscando aliviarse, emanó suaves feromonas las cuales ambientaron la habitación, y tras meter su mano bajo su ropa interior comenzó a estimularse a sí mismo para saciar su deseo.

Cerrando sus ojos con fuerza, jadeó un poco, olfateando nuevamente las prendas que poseían el aroma que le atraía, aceleró el deslizar de su mano, perdiendo la noción del tiempo que transcurría en su búsqueda de placer, gruñendo un poco por no poder llegar a su tan deseado clímax, comenzaba a desesperarse un poco, ¿cuanto tenía que pasar para poder-?

¿Tabi?

Tensándose, él omega abrió sus ojos, mirando a la puerta, observando a Agoti quien llegaba con unas bolsas de compras.
"Trágame tierra..." pensó el ruso, realmente no sabía que decir. El silencio entra ambos se prolongó unos segundos antes de que Agoti soltara las bolsas y se quitara la chamarra rápidamente en lo que se acercaba a él.

Uɴᴛᴏᴜᴄʜᴀʙʟᴇ -[Tabi x Agoti] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora