Uɴᴛᴏᴜᴄʜᴀʙʟᴇ -[Tabi x Agoti]

#29

Sus ojos se abrieron con lentitud, el colchón sobre el cual estaba recostado era increíblemente cómodo, era como si estuviera amorosamente acobijado por una nube suavecita.
Llevó instintivamente una de sus manos a su vientre, ya no existía esa barriga que tanto le acomplejó durante esos meses de embarazo, finalmente los dolores de espalda y las recurrentes ganas de ir al baño habían desaparecido, era normal nuevamente.

Sus ojos tardaron un poco en enfocar su alrededor, la luz de la habitación era algo cegadora, lo primero que vio al mirar a su lado derecho fue a Agoti sentado en un sofá con un pequeño bulto de mantas sobre el pecho, parecía abrazar aquello de una forma bastante protectora a pesar de haber caído ante el sueño, pero... Agoti solo tenía a un bebé, donde estaba el otro.

Trató de sentarse, pero el intenso dolor en su vientre debido a la cesárea le hizo retroceder emitiendo un leve quejido, no pudo hacer más que mirar a su alrededor nuevamente, notando como junto a la ventana, Aldryx permanecía mirando el hermoso clima de afuera mientras mecía a una bebé envuelta en una manta amarilla, al contrario del bebé que acompañaba a Agoti, esta otra infante estaba totalmente despierta, alzando sus manitos mientras se podía oír al demonio de la piel rojiza emitir sonidos infantiles para hacerle sonreír.

— Serías un papá increíble. —Comentó Tabi produciendo un sobresalto en Aldryx quien volteó a verle.

— Dios mío, me espantaste. —Suspiró Al.— ¿Te sientes bien? Te desmayaste en el parto, ya comenzabas a preocuparnos, llevabas 13 horas en ese estado. —Agregó mientras se acercaba a la camilla.

Encorvándose un poco, Aldryx acercó a la bebé a su respectivo padre, quien se incorporó con todas sus fuerzas sobre la camilla para poder ver a la pequeña, era una adorable niñita de piel pálida, curiosos ojos amarillentos y unas peculiares y alargadas marcas de tonalidad negriza que se extendían por diversas zonas de su cuerpo, definitivamente eso lo había heredado de Agoti.

— Ella es Ashley. —Dijo Al.— Según Agoti ese fue el nombre que decidieron para ella.

— Sí, así es.

Lagrimeando un poco, el ruso recibió a la bebé, reposándola sobre su pecho para así encontrarse con la curiosidad de la infante quien alzaba sus torpes manos para tocar la punta de su nariz, sonriendo con una hermosa inocencia que el ruso juró proteger con su vida desde ese mismo instante.

— Hola, mi pequeña printsessa. —cerró sus ojos para dejar que la pequeña explorara su rostro con sus manitas.

Definitivamente el primer contacto con uno de sus descendientes era toda una experiencia, amaba como esa pequeña se parecía tanto a su imagen antes de haber sido maldecido, ahora tenía curiosidad por saber cómo era su otro hijo.

— ¿Y... Mikhail? —Preguntó mirando en dirección a Agoti con el otro bebé completamente dormidos.

— Ese es igual a Agoti, aunque si te soy sincero, la niñita es más inquieta que el varoncito. —Respondió Aldryx entre risas.— Dejemos a Agoti dormir, paso la mayoría de horas a tu lado desde que te desmayaste, literalmente se durmió como hace una hora, el pobre ya no aguantaba.