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Saliendo de su habitación, el ruso bostezaba levemente, siendo seguido rápidamente por el otro chico que ya casi se había mudado con él, la experiencia de vivir con alguien era extraña, pero no desagradable, podría acostumbrarse.

Permíteme, yo lo hago por ti. —Dijo el más joven, alcanzando la taza que utilizaba el ruso para dejarla sobre la mesa.

Agoti, puedo preparar mi desayuno yo solo.

Quiero ayudarte, por favor. ¿Y si te lastimas?

Agoti, apenas llevo 3 semanas, el embrión se comienza a formar y desarrollar desde la quinta semana.

La expresión apenada de ese chico le hizo sentirse un poco culpable, el alpha había estado siendo muy atento con el, y en muchas ocasiones le había comentado su emoción por ser papá, definitivamente no le quitaría la ilusión de ser un buen padre. Suspirando, asintió para darle a entender que podía seguir en lo suyo.

Viéndole preparar el desayuno, simplemente permanecía en silencio, ¿qué sería de ellos una vez el bebé naciera? No eran pareja, y su reputación estaría acabada cuando se supiera públicamente de que era un omega y que para colmo había tenido un hijo fuera del matrimonio.
¿Y si daba a luz y se alejaba? Realmente no quería tener hijos, el único entusiasmado por esto era Agoti, él tenía dinero, familia, apoyo; si tuviera que criar a un hijo estando solo sería fácil, no con lo sería para él; personalmente, no tenía nada como para hacer que un infante creciera en un ambiente normal.

¿Que tanto piensas? —Preguntó Agoti, abrazando al ruso por la espalda, apoyando sus manos en el vientre del omega.

N-No es nada. —se encogió un poco de hombros.

¿Sabes? Me emociona que seamos padres juntos, tal vez solo seamos amigos pero sé que seríamos una hermosa familia juntos.

Ruborizándose, Tabi cerró sus ojos unos segundos, empezando a reír algo nervioso para así apartarse con cuidado de ese chico, rascando detrás de su cabeza con algo de nerviosismo, ¿una familia? Era imposible.

¿Desayunamos? Tengo hambre. —Cambiando rápidamente de tema, se alejó para ir a la mesa.

Agoti, entristeció un poco su rostro, era evidente que Tabi no sentía la misma atracción romántica que él, pero no descansaría hasta lograr conquistarlo, aunque le tomara toda la vida, ese chico sería suyo, solo debía permanecer determinado y no abandonar su objetivo.

(...)

Recostado en su cama, Aldryx miraba un punto muerto en el techo de su habitación, llevando su mano a su rostro para secar las lágrimas que caían por sus mejillas, simplemente suspiró.

Desde la ruptura con su ex pareja, deseaba con ansias que llegara el día donde dijeran qué betas y omegas podían engendrar con mayor probabilidad de éxito, si bien no era imposible el asunto, era muy complicado, en la mayoría de situaciones las parejas debían adoptar debido a que sus hijos propios nunca llegaban. Le gustaba pensar que Hunni le había dicho la verdad; que podían intentarlo o simplemente adoptar, pero sabía que eso no la haría feliz, muchas veces hablaron sobre su futuro juntos, y la chica mencionaba siempre que deseaba tener hijos siendo joven, y para ser sinceros... era imposible, no podía dárselos, y eso le desesperaba.

Públicamente se sabía que Aldryx era un alpha, pero todo era una mentira, algo que parecía pequeño, pero realmente era un gran problema.  ¿Y si simplemente buscaba una pareja beta? Era mucho más probable tener hijos así que con las otras dos razas, además, ni de joda se buscaría un alpha, si alguien iba a mandar en la relación sería él. Y fuera de la familia, los alphas le desagradaban un poco.

Cerrando sus ojos, quiso descansar un poco, pero el timbre de su teléfono alertó una notificación, suspirando pesadamente al reconocer el tono. Se incorporó en su cama, alcanzando el aparato electrónico sobre la mesita de noche, revisándolo, efectivamente, era su padre.

"Al, te transferí dinero a tu tarjeta. Sal un rato, diviértete y distráete, ya puedes utilizar tu moto; no es el fin del mundo, conoce gente nueva, pero no te encierres."

Volviendo a suspirar, dejó su teléfono a un lado, agradecía que su padre se preocupara, pero definitivamente no iba a mejorar con simplemente conocer gente nueva, ¿quién podría ser tan maravilloso como para distraerle de una ruptura amorosa de años? Pero... Tenía razón, no podía aislarse en su habitación por siempre.

Levantándose, decidió ir a tomar una ducha, debía salir de ese agujero en el que había caído, costara lo que costara.

(...)

Jadeando en voz baja, el joven alpha se levantó de su cama con bastante pesadez, su celo era incontrolable, y no tenía a nadie a la mano que pudiera traerle algún medicamento que rindiera efecto en el, uno de sus mejores amigos estaba en un viaje de negocios, y el otro era un omega, definitivamente no podía pedirle a nadie de su ayuda.

Cubriéndose lo mejor posible, trató de retener sus feromonas, no importaba cuantas veces se duchara, esas malditas feromonas seguían brotando de su cuerpo. Debía ser rápido, había una farmacia a 7 calles de ahí, era la más cercana. Apoyando sus manos en la puerta, aguardó en silencio durante unos segundos, preparándose mentalmente para después lo más rápido que le permitía su cuerpo, salió de su casa, corriendo en dirección a la farmacia. El aire libre le hizo sentir aliviado por escasos segundos, pero rápidamente se sintió ahogado nuevamente, odiaba esto del celo, ¿por qué no podían vivir en un sistema normal?

Viendo la luna verde de peatones parpadear, aceleró el paso, no estaba en condiciones como para esperar.
Apenas estaba por cruzar, el motor de un vehículo resonó en su oído, viendo por el rabillo del ojo la cercanía que tenía con aquel vehículo pequeño.

"Carajo, encima voy a morir calentón, que vida de mierda."

Uɴᴛᴏᴜᴄʜᴀʙʟᴇ -[Tabi x Agoti] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora