-.Capítulo 17.-

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Canción: Forgive Myself - Sam Smith


**Este capítulo es mayormente narración y contará solo una parte de la historia, porque es necesario contar por separado lo que ocurrirá, pero no necesariamente para que sea un POV en primera persona**

Xiao Zhan


En el video se podía oír claramente gemidos lascivos de una pareja de hombres teniendo sexo. El hombre alto y delgado, de cabello negro entra a lo que parece ser el baño. En ese momento, el dueño del teléfono, con el rostro pixelado, ajusta la visión y se ve claramente el rostro de Xiao Zhan con una sonrisa satisfecha.

Chuyue, me voy a comprometer. Así que nuestros encuentros tendrán que disminuir.–Se escucha la voz de Xiao Zhan.

¿Con ese rarito de los libros?–se oye la voz distorsionada del dueño del teléfono.

Si, con ese. Es el menos malo entre todas las citas a ciegas que he tenido.–dijo Xiao Zhan sonriendo y cambiando rápidamente su expresión – En dos meses será la ceremonia, y bueno... tiempo después nos vamos a divorciar. Ese es el plan.

Bajo el video, una nota que parecía darle una bofetada en el rostro. Decía que, en el video, Xiao Zhan hablaba de disminuir sus encuentros sexuales con el protagonista, no hablaba de terminarlos, dando a entender que, hasta el presente, ambos mantenían este tipo de relación.

Mencionaba los múltiples empleados que fueron despedidos injustificadamente después de tener encuentros sexuales con el presidente de la Corporación Xiao, cada uno mostrado con evidencia.

Xiao Zhan estaba en el coche congelado, con palpitaciones a mil por hora y los ojos llorosos.

Se acabó.

Yibo verá esto y será el fin.

Xiao Zhan sabía que Yibo estaba al tanto de sus antiguas aventuras, pero en esta maldita nota estaba todo su pasado. Todo.

Desde los 18 años en adelante... y el único que sabía todo esto con tanto detalle, era su confidente: Peng Chuyue.

Y también el maldito que grabó ese video.

Pero ahora el problema era otro, ¿qué diría Yibo cuando viera todo esto?

–Vamos a casa. Me esperarás y luego me llevarás a la estación de trenes.–ordenó Xiao Zhan

El conductor llevó a Xiao Zhan a la casa, y después de esperar unos treinta minutos, salió de la casa con rumbo a la estación.

–Zhong Cheng, una vez que me dejes en la estación vuelve a casa. Yo... no sé cuando volveré.

El conductor estaba aturdido mientras estacionaba... ¿Por qué el jefe lo llamaba por su nombre? Además, ¿el señor Wang no volvería pronto?

–Disculpe, Joven Xiao... ¿el señor Wang y usted....?

–Por favor, cuida al Señor Wang en mi ausencia. Trátalo como si fuera yo, ¿de acuerdo?... Gracias.

Dijo esto y se bajó del vehículo con rumbo desconocido.


Horas después, en un hotel cinco estrellas en una ciudad desconocida, Xiao Zhan dejó su equipaje y lo ordenó en la habitación. El hotel jamás daría el nombre de sus huéspedes, mucho menos si se trataba del propio dueño.

Se tumbó en la cama mirando al techo, convenciéndose que era la decisión correcta, mientras las lágrimas corrían por su rostro mojando las almohadas. De todas formas, no soportaría estar en la misma casa en la que amó tanto a su esposo. No después que salieran a la luz todos sus trapos sucios.

Atado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora