-.Capítulo 21.-

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Canción de portada: Alex Syntek - Intocable


—Wang Yibo... — interrumpe Xiao Zhan — ¿estás seguro de continuar con este matrimonio?

—Sí. —responde con seguridad el menor de los dos.

—Yo no.

Un silencio que sólo podía existir en un lugar como en el que se encontraban se mantuvo brevemente, escuchando sólo las copas de los árboles meciéndose con el viento.

Yibo y Xiao Zhan se miraron, ambos con los ojos llenos de lágrimas.

—¿No?

Xiao Zhan sonrió, bajó su mirada y negó con la cabeza.

—No así. Empezamos mal, y lo que empieza mal termina mal. Mi cabeza es un lío... —suspiró— Yibo, démonos un tiempo.

Yibo bufó y quiso reír.

—Haz lo que quieras...— y diciendo esto caminó en dirección a la tumba de su suegra.

Inna se encontraba hablando con Jianhao y se preocupó al ver a Yibo caminando rápidamente cabizbajo. Frunció el ceño y no dudó en dejar a Jianhao con la palabra en la boca y caminar hacia Yibo.

—Yibo, ¿qué pasó? — pregunta preocupada.

—Solo vámonos —dice Yibo sin detenerse ni mirarla.

La rusa vio como Yibo daba una solemne reverencia a la tumba y caminar hacia la salida.

Inna no se quedaría de brazos cruzados y casi corrió hacia Xiao Zhan que miraba la espalda de Yibo.

Unos pasos antes, ralentizó su andar y camina despacio hacia Xiao Zhan.

—Xiao Zhan, mi nombre es Inna. Soy amiga de Yibo. — menciona la chica rusa.

Si las miradas mataran, sentía que ya estaría bajo tierra aprovechando que estaban en el lugar. Como si estuviera tentando a la muerte, empieza a sonreír, viendo como la expresión de Xiao Zhan cambia.

—Xiao Zhan, no tienes que preocuparte por mí. Yo tengo pareja desde hace tiempo en Rusia. Yibo ayudó a que mi padre la aceptara. Y aunque tú esposo es guapo, no es mi tipo. —dice Inna confiada.

Pudo ver la expresión calmada de Xiao Zhan, ella no venía solo para eso.

—No te preocupes por mi... pero si Yibo vuelve a Rusia, no podrás hacer nada. Yibo-ge es bastante popular entre la gente de la empresa. Sabes lo que quiero decir, ¿no? Yibo te ama, y jamás miraría a alguien más. Pero si lo dejas libre...

Xiao Zhan pudo sentir que un fuego devoraba sus entrañas. Y su anterior expresión calmada ahora parecía enfurecida.

Antes que pudiera siquiera pensar en qué responder, Xiao Zhan ve a Yibo acercándose a grandes pasos hacia ellos.

—Inna, poshli seychas— (Inna, vámonos ahora) dice Yibo tomando la mano de Inna y jalándola hacia la salida.

—Yibo, podozhdi minutku—(Yibo, espera un minuto) levanta la voz la chica.

—Sí quieres quedarte a perder el tiempo, allá tú. Yo me voy. —Dice Yibo soltando la mano de Inna y caminando solo.

Inna se queda molesta mirando a Yibo. Se voltea y hace una reverencia hacia Xiao Zhan y se aleja corriendo tras Yibo.

Xiao Zhan se contuvo hasta que vio desaparecer la silueta de Yibo a lo lejos. En ese momento derramó las últimas lágrimas.

Mejoraría.

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