-.Capítulo 26.-

548 78 9
                                        

El beso estaba lleno de amor. Fue un beso suave, lento, como si fuera la primera vez. Volvieron a probar sus labios después de meses...

Xiao Zhan tomó el rostro de su esposo y se alarmó al sentirlo húmedo de lágrimas, esta tensión fue notada por Yibo y se apresuró a calmarlo.

—Te extrañé mucho... pero estoy llorando de felicidad porque al fin te recuperé — dijo Yibo.

Xiao Zhan no pudo evitar sonreír hasta que sus ojos se volvieron dos medias lunas... unas llorosas medias lunas.

—Yo también te extrañé, amor... — le respondió Xiao Zhan limpiando las lágrimas y uniendo sus frentes— pronto volveremos a estar juntos... lo prometo.

Yibo se tensó en ese mismo instante. Habían pasado varios meses separados, y ahora su esposo no quería regresar con él.

—Cariño... solo faltan 4 semanas. Debes prepararte para el gran día, ¿sí? — dijo Xiao Zhan aun sosteniendo la cabeza de su esposo.

—¿Cuándo vendrás a mí? — pregunta Yibo rozando con sus labios los nudillos de la mano de Xiao Zhan — Te extraño demasiado, ¿sabes?

—Lo sé, pero espera solo un poquito más. Aún tengo asuntos que resolver. —dijo Xiao Zhan dándole un beso rápido.

—¿Qué hay del video? — pregunta Yibo preocupado, pero sintió que su esposo dejó de respirar— no me malentiendas, me refiero a que supongo que demandarás al tipo que está detrás de todo esto.

Xiao Zhan bajó la mirada, como buscando recuerdos entre todo lo que había hecho algún indicio de demanda contra Peng Chuyue.

—La verdad es que he estado tan ocupado entre la fundación de mamá, el estudio y la Corporación Wang que no he tenido tiempo para pensar en eso. — dijo Xiao Zhan con tono cansado.

Yibo lo atrajo a sus brazos y besó su frente en silencio.

Ya se encargarían de ese hijo de puta.

—Espera... ¿dijiste "la fundación de mamá"? ¿la tía Zhao tenía una fundación? — pregunta Yibo extrañado.

El semblante de Xiao Zhan cambió notoriamente al hablar de la pequeña fundación que había creado su difunta madre.

—Es una fundación que ayuda a hogares de niños abandonados. Al estar casada legalmente con Xiao, ella podía obtener un porcentaje de las ganancias de los hoteles. Nunca uso nada en ella, así que creó un fondo para mí y aparte creo la fundación. Creo que siempre le pesó el no tener más hijos, pero la entiendo, si Xiao era un hijo de puta con ella, no me extraña que no quisiera tener más hijos con él.

Yibo hizo un ruido de reconocimiento y siguió abrazando fuertemente a Xiao Zhan, no quería soltarlo, porque soltarlo significaría la incertidumbre de no saber cuándo volver a verlo.

Siguieron abrazados un rato más, hasta que Yibo se separó.

—¿Debes ir a algún sitio? Te llevo. — dijo con una sonrisa, recordando los meses que vivieron juntos y solían compartir el coche para pasar un tiempo más juntos.

—Si. Debo ir a la fundación, y luego al hotel. —dijo Xiao Zhan mientras recogía su maletín.

—¿Te estás quedando en un hotel? — pregunta Yibo con el ceño fruncido y tono molesto.

—No te hagas el tonto... ya me dijeron que fuiste a casa hace un par de días... y por cierto... gracias por eso — Xiao Zhan, el otrora desvergonzado, ahora se sonrojaba al hablar con su esposo.

—De nada, cariño... — le dijo mientras decoraba su mejilla con un tierno beso. —¿nos vamos?

Xiao Zhan asintió con una sonrisa.

Atado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora