-.Capítulo 15.-

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Canción de portada: Lift me up - Rihanna


–Entiendo... ¿tengo otra opción?– pregunta Xiao Zhan.

– Puede rechazarla, pero no se lo recomiendo. De lo contrario, su padre...

– No. La acepto ¿debo firmar algo? – pregunta nuevamente

– Aquí, aquí y aquí... – indicó el abogado con su índice- una vez firmado, deje todo en mis manos, Señor Xiao.

– Gracias.

Firmó los documentos y el abogado le entregó una copia de todo. Le dio la mano y se despidió.

Xiao Zhan llevaba dos horas hablando con el abogado, le dolía la cabeza de escuchar tanto término legal, pero debía escucharlo si quería empezar a vivir como un hombre adulto. Ya no había cabida para infantilismos, ahora debería hacerse cargo de parte de la empresa, además de su estudio.

De lo contrario, su padre se quedaría con toda la empresa.

Y eso... jamás lo permitiría.

Xiao Zhan estaba recostado en el sofá con una camisa blanca, desabotonada en el cuello, un tobillo apoyado en la rodilla, que contrastaba con el negro de la tela del pantalón, con la mirada perdida en los papeles que tenía en la mano. Como que entendía todo, pero no entendía nada. Miró al cielo y lanzó un largo suspiro. Guardó todos los papeles en una carpeta y los llevó a su estudio de trabajo.

...

– ¿Zhan-ge?

El inconsciente Xiao Zhan escuchó la voz de Yibo. Quiso levantarse pero notó que tenía los brazos dormidos.

– Otra vez te dormiste en el escritorio. ¿Descansaste? – pregunta Yibo.

– Ahora que llegó mi fuente de energía me sentiré mejor... bobo, te extrañé muchísimo hoy. – Xiao Zhan se acercó a la cintura de Yibo y lo abrazó con fuerza. Sintiendo el aroma familiar de Yibo se sintió realmente reconfortado.

Yibo acarició el cabello de Xiao Zhan e inició un suave masaje con la punta de sus dedos.

– Bodi, no hagas eso, me dormiré de nuevo, mejor vamos a comer.

– De acuerdo, Zhan-ge... pero para eso, debes ponerte de pie, no puedo caminar contigo abrazado a mi cintura – respondió Yibo con ternura.

Xiao Zhan emitió un bostezo al estirarse y se levantó. Besó a Yibo en los labios sin lujuria, casi con agradecimiento, se miraron a los ojos largo rato y se sonrieron.

– Vamos.

Cenaron relajadamente y se fueron al baño. Tomaron una ducha rápida juntos, llena de caricias y besos, habían pasado apenas un par de días desde el funeral de la señora Xiao y se extrañaban tanto... pero el corazón de Xiao Zhan ya no dolía tanto. Es más, se sentía aliviado de que su madre ya no estuviera en este mundo, de solo pensar en que podría seguir sufriendo a manos de su padre le hacía doler el pecho.

Ahora su mente estaría enfocada en los negocios.

Y es que no le quedaba de otra, debía poner orden en el consorcio Xiao o perdería todo por lo que su madre había trabajado y su último sacrificio habría sido en vano.

– ¿En qué piensas, Zhannie? – pregunta Yibo mientras acariciaba la espalda de su esposo en la cama.

Las palabras hicieron que Xiao Zhan sintiera la vibración del pecho de su esposo, y sonrió. Hace tiempo que no sentía tanta paz. Levantó su mano y jugó con el hombro y pecho de su esposo.

Atado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora