Juliette asiste a una fiesta de cumpleaños sin saber de quién es, conoce a un chico de ojos verdes que estuvo embobado con ella toda la noche, de forma inevitable, la tensión mezclada con el alcohol, los lleva a terminar la fiesta de la mejor manera...
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16 de octubre del 2020 Roma, Italia
Juliette's pov
La noche fría de octubre nos recibió mientras cerraba la puerta del taxi y escuchaba un chillido emocionado por parte de mi amiga.
—¿Estás segura de que es el lugar correcto?—Le pregunte a Victoria, que parecía escanear el lugar.
Podía jurar que estábamos frente a una casa que valdría un dineral. El jardín delantero estaba repleto de personas y pareciese que dentro había más.
—Según Carlos, sí.—Asintió poco segura—En fin, no necesitamos nombres para disfrutar de una fiesta.
Ella sonrió feliz para luego tomar de mi brazo para tirar de mi y comenzar a caminar hacia la propiedad.
—Mañana tengo que ir a la casa de mis padres, Vic...
—Detalles, Julie.—Murmuró restándole importancia—Hoy te olvidarás del tonto de tu ex y de todos tus problemas.
—¿Cómo me olvido de mis ochenta exámenes?—Pregunte para después respirar pesadamente.
—No te preocupes, yo tengo la solución.—Me guiño el ojo y reí, siguiéndole la corriente.
Estaba replanteándome la vida en esos momentos.
Hace no más de una semana, terminé con mi novio, y ella estaba decidida en que debería distraerme por un rato en vez de solo estudiar todo el día para evitar sentirme triste. Después de rogarme por horas, termine cediendo, no quería que estuviera más tiempo diciéndome lo mismo.
Vamos, Julie, te divertirás un rato.
Ella había conseguido una invitación de su amigo Carlos para la fiesta de cumpleaños de un amigo de él, y fue una excusa perfecta para invitarme a salir. Ni ella ni yo conocíamos al amigo, de hecho, solo ella conocía al tal Carlos. En fin, difícil de explicar, solo sabia que vine de acompañante para que mi mejor amiga no viniera sola a un lugar desconocido, porque yo no era muy amante de las fiestas a decir verdad. Mi rutina era de planes mas tranquilos.
Al salir de la universidad me apresuré a alistarme y a esperarla en casa pacientemente, cosa que pareció eterno debido a su impuntualidad.
—Aún no superó lo genial que te queda ese vestido rojo, creo que hice un trabajo genial como estilista—Intento cambiar de tema—Destacas entre todos.
—Es hermoso, créeme que no lo dudo.—Con cuidado observe a las personas a nuestro alrededor que no pasaron desapercibida nuestra llegada. Muy curiosos por lo que note—Es un poco incómodo que todos me miren.
—Ignóralos, solo intenta disfrutar, la noche es joven.
Sí, el vestido rojo llamaba la atención y te congelabas en el proceso.
