Juliette asiste a una fiesta de cumpleaños sin saber de quién es, conoce a un chico de ojos verdes que estuvo embobado con ella toda la noche, de forma inevitable, la tensión mezclada con el alcohol, los lleva a terminar la fiesta de la mejor manera...
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"Nadie tiene garantizado el mañana Así que te amaré cada noche como si fuera la última noche"
Modena, Italia.
Juliette's pov.
Arrastré mis pies sobre la alfombra, observando el estampado de la misma. De fondo solo escuchaba el ruido de las gotas de agua chocando contra las ventanas a medianoche.
—Me quedé dormido con Amelie en su sofá y luego me desperté, te busqué y no te encontré, señorita. —Sonreí al sentir un brazo rodearme por detrás—. ¿Quieres tomar un té conmigo?
—¿Sabes hacer té? —Escuché cómo Charles bufó antes de que sus pasos se alejaran—. Tomaré eso como un sí.
Esperé como una niña pequeña en el sofá de casa, escuchando el ruido de las tazas y demás a lo lejos, hasta que minutos después apareció una desordenada cabellera frente a mí.
Necesitaba el secreto para verme tan bien en cualquier situación.
—Acabo de notar que todas tus tazas son de cerámica, y algo me dice que tú misma las pintaste. —Sonrió divertido antes de dejarse caer a mi lado en el sofá.
Observé mis tazas frente a nosotros con una sonrisita cómplice.
La única luz encendida de la sala se reflejaba en nosotros de forma tenue, al igual que los relámpagos que se colaban tras las cortinas y la ventana que había dejado abierta para ver mejor la lluvia.
—Perdón, pinto todo lo que tengo a mi alcance. —Tomé la taza con cuidado y, dándole un sorbo, asentí en agradecimiento.
—¿Todo? —Entrecerró los ojos, extendiendo su brazo para tomar mi taza—. Tienes que aprender a compartir.
Lo miré ofendida; una mueca de desaprobación cruzó por mi rostro para luego señalar la otra taza.
—Compartimos una hija y el mismo aire, querido. —Me crucé de brazos y pude ver la sonrisa burlesca en sus labios.
—Nunca es suficiente, bonita.
A pesar de mis quejas, seguimos bebiendo de la misma taza de té en silencio por un rato largo.
Me gustaba poder simplemente tener su compañía y compartir pequeños momentos a su lado.
Había notado que las tormentas parecían ser muy simbólicas en mi vida, presentándose cada vez que un conflicto me rodeaba.
—Te veo muy callada, bonita. ¿Hay algo que quieras contarme? —Su voz me hace dejar de ver la tormenta y enfocarme en esos ojos que despertaban a todas las mariposas en mi interior.
Dudé antes de saber qué responder.
—Tengo miedo, Charles. —Informé en un tono bajo, observando mis pulseras—. Me atormenta no saber qué haremos Liam y yo con respecto a Julia. Y no me siento cómoda sabiendo que hay personas queriendo dañar a mi pequeña familia.
