Juliette asiste a una fiesta de cumpleaños sin saber de quién es, conoce a un chico de ojos verdes que estuvo embobado con ella toda la noche, de forma inevitable, la tensión mezclada con el alcohol, los lleva a terminar la fiesta de la mejor manera...
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"You don't need to save me But would you run away with me?" Yes"
08:16 a.m.
Juliette's pov.
—¿Tendrías dos hijos más con Charles?
Deje de peinar el cabello de Amelie para girarme a ver a Victoria. Amelie imitó mi acción, inclinándose a mi lado desde su cambiador.
—¿A qué se deben esas preguntas raras?
—Por un video que ayer me envió Arthur donde Charles decía en un vlog suyo que quería tener tres hijos. —Sonrió divertida—Mirale el lado bueno, si en una noche cualquiera siendo extraños tuvieron una hija hermosa, imagina ahora que parecen casados.
—Aún no tomaste tu café mañanero, de otra forma no entiendo nada. —Me di la vuelta para seguir peinando a Amelie mientras que ella tiraba de mi cabello, queriendo ver el color—Con más cuidado, amor. Duele si tiras muy fuerte de mi cabello.
Sonrió apenada, mirándome con sus hoyuelos marcados por la sonrisa que me dio en forma de disculpa.
—Se que estas enojada con él por hablar con Julia, de hecho, Carlos quiso defenderlo y lo tuve que echar. —Bufo—Me pongo a pensar en sus puntos de vista y creo que podrán resolverlo. Charles no sabe cada detalle de todo lo que pasó durante tu embarazo, creo que si le explicas comprenderá porque te enojaste tanto, estoy segura de que no lo hizo con mala intención y dejara de insistir en que se reconcilien.
—Yo también, pero... estos días han sido complicados y atender esa llamada fue abrumador. Me sentí de cierto modo traicionada, porque tenía toda mi confianza puesta en alguien que no fueran ustedes después de tanto tiempo. —Sonrió nostálgica al ver el lindo lazo rosa en el cabello de Amelie, parecidos a los que Julia me daba de pequeña—Estaba demasiado molesta porque fue invadida mi privacidad.
—Sabes, deberías contarle porque regresaste mal a casa esa tarde en Londres. Me contaste que te llevó a Mónaco porque te vio triste por eso mismo.
Victoria dejó un beso en la mejilla de Amelie, quien pareció divertida con su gesto. Ambas reímos al ver el intento de guiño de parte de mi hija.
—Lo tendré en cuenta, pero creo que hacemos todo al revés.
—Catalina estaría enojada.
—¿Quién es Catalina?
—Mi antigua psicóloga, creo que la extraño, me gustaba contarle el drama diario en nuestras vidas. —Negó lentamente—Bueno, si Charles prefiere acorralarte contra su ferrari y besarte para después hablar como buenos padres que son, seria genial.
Solté una carcajada antes de golpearla con suavidad por sus ocurrencias, aunque me arrepentí cuando Amelie quiso imitar mi acción de golpearla.
—No, Amie, golpear está mal, lo que hice no estuvo bien. —Dije preocupada y mi amiga soltó una risa burlona—Victoria...
