22. I break down

9.7K 848 502
                                    

"Ah, ¿qué estás dispuesto a hacer?Oh, dime qué estás dispuesto a hacer"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"Ah, ¿qué estás dispuesto a hacer?
Oh, dime qué estás dispuesto a hacer"

Juliette's pov.

El arte era eso que me acompañaba cuando mi mente era un completo caos. Donde podía escapar pintando, haciendo bocetos y mucho más. Era la mejor forma de expresar mis sentimientos sin tener que decir una sola palabra. Podría estar madrugadas y días hablando o leyendo del tema sin cansarme.

Desde que tenía conciencia, mi mejor modo de escape era pintar, en todas sus formas y colores. No me consideraba un prodigio, pero tampoco era un asco, al menos eso creía yo.

Por eso mismo había asistido a ese lugar, saludando al mismo pintor que había conocido en la cena, para luego caminar entre sus creaciones e intentar obtener mi propio punto de vista sobre ellos.

No me acompañaba ninguna personita de ojos verdes, pero era agradable pasar un rato conmigo misma. Al menos fue así hasta que me interrumpieron.

—Sigues teniendo esa mirada de anhelo y devoción frente a lo artístico.—Una voz que reconocería en cualquier parte se escuchó junto a mí. Sin el valor de mirar, me centré en la pintura.

—Muchas cosas cambiaron, pero mi amor por el arte no es una de ellas.—Respondí de manera cortante—Es lo único que no me abandonaría.

Al sentir la mano de Julia sobre mi hombro, me aparté sin dudar. Ella suspiró a mi lado.

—Te ves preciosa, cariño.

—Gracias, mamá, si es que aún puedo llamarte de esa manera.—Me animé a verla, encontrándome con sus ojos claros mirándome con nostalgia.

—De seguro sabes que nuestros hijos siempre podrán llamarnos así, sin importar el que, Juliette.—Me cruzo de brazos ante su notable indirecta que no me provoca más que molestia.

—Claro que no, ese título solo lo merecen las que realmente conocen el significado de ser una madre.—Respondí con un nudo formándose en mi garganta—Y ya perdiste ese título hace mucho tiempo.

—No me digas eso, me estás arrancando el corazón en vida.

—Así me sentí cuando preferiste agachar la cabeza y dejar que me fuera.—Comencé a caminar en dirección contraria. Escuché los tacones de Julia resonar detrás de mí—Señora, créame que no tengo la intención de continuar hablando con usted.

Mi corazón se comprimió al ver los ojos llorosos de mi progenitora, quien intentaba mantener el contacto visual. Por su lenguaje corporal sabía que estaba nerviosa y triste. Aunque no quisiera, me daba lástima.

—Deja de llamarme así, cariño. Me estás lastimando, más de lo que ya estuve todos estos años.—Aumente el agarre de mi mano sobre mi bolso—No sabía que ibas a estar aquí, pero le agradezco a todo lo que hizo que pudiera tenerte frente a mí una vez más.

DAYLIGHT | CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora