Juliette asiste a una fiesta de cumpleaños sin saber de quién es, conoce a un chico de ojos verdes que estuvo embobado con ella toda la noche, de forma inevitable, la tensión mezclada con el alcohol, los lleva a terminar la fiesta de la mejor manera...
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Solo puedo ver tu cara cuando cierro los ojos. ¿Puedo obtener un beso? ¿Y puedes hacer que dure para siempre?
Juliette's pov.
Si a la Juliette del pasado le hubieran dicho que tendría una vida muy diferente a la que planeaba y la cual incluía una hija, se hubiera reído como nunca. La Juliette del pasado solo quería terminar la universidad para luego poder viajar por el mundo mientras vivía de lo que le gustaba y eso era referente al arte.
También estaría devastada si supiera que su amada mamá que habia sido la que le enseño lo mejor del mundo del arte tampoco estaría junto a ella. Pero me había limitado a no pensar en ello durante los últimos años, decidí que era mejor enfocarme en el presente.
Ese presente tenía una bebé de ojitos verdes junto a un par de pilotos que decían ser adultos.
La cena había sido bastante agradable, claro, incluyendo que usaron cualquier oportunidad para molestar a Charles sobre su falta de lentes para notar las cosas. Tambien podia decir que la presencia de Gisele por primera vez se me había hecho dificil de manejar. Me estuvo analizando todo el tiempo, como si quisiera descifrar algo y no me sentía cómoda siendo observada.
Yo quiero descifrar como nos haremos millonarias.
Me concentre en recoger el platillo de comida de Amelie que escuchaba a los demás que hablaban sin parar desde el regazo de su tío Arthur. Ella me sonrió cuando le acerque su biberon con un poco de agua.
—¡Gracias, mami!—Murmuró hacia mi con un tono amable que me derritió.
—Eres tan dulce.—Arthur le sonrió encantado.
No me sorprendía que pronunciara tan bien algunas palabras a su edad, siempre fue una niña muy inteligente, a los demás si parecía sorprenderles.
—No hay de que, bebé.—Acaricie su cabeza por un breve momento antes de caminar hacia la cocina.
Estaba perdida en mis pensamientos, pensando en todas las posibilidades ahora que mi vida estaba dando mil cambios por segundo.
—Bartolito era un gallo...—Cante por lo bajo la canción que Amelie estuvo escuchando todo el dia—que vivía muy feliz.
—No se que dijiste, solo espero que no estés invocando nada.
Mi alma salio de mi cuerpo por unos instantes cuando Max hablo detrás mio.
—Sí, aparentemente tu eres el gallo bartolito.—Me miro con confusión—Nada, olvídalo.
—¿Eso fue español?—Preguntó y asentí—¿Como sabes español?
—Si te dijera de cada lugar de donde son mis familiares te sorprendería que solo supiera español.—Hable divertida, aunque parecía interesarle—Mis abuelos hablan español, además viven en España desde hace años y desde pequeña lo aprendí. Aunque no he tenido con quien practicarlo.
