Distancia

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Había pasado una semana desde que Kyle y Gregory se fueron, todo transcurría con normalidad, pero no del todo.

Era un día nevado en la escuela, los niños más pequeños jugaban con la nieve que se encontraba en cada rincón de la escuela secundaria. Estella se encontraba sentada en una banca, lejos de la zona más concurrida de la secundaria. Estaba en absoluta soledad, ya que ese día no tenía ganas de socializar con los demás. Lo único que pensaba era en Gregory, odiaba estar lejos de él. Sí, podía ser un bastardo y todo lo que quieras, pero era SU bastardo y lo amaba demasiado como para no dejar que algo malo le pasará.

Una chica de pelo castaño se acercó a ella, tomando lugar en la misma banca. Hacía frío, además de que la banca era de metal, por lo que ver a la joven extranjera sentada ahí, con temperaturas bajas y sin abrigo, era fascinante. Es decir, ¿qué no tenía frío esta mujer? De por sí ya era bastante extraño el comportamiento de la chica, y verla así era un poco escalofriante.

— Oye, Estella ¿no tienes frío o algo? —preguntó extrañada la joven de pelo castaño.

— ¿Frío? No. —contestó la joven.

— Oh, ya veo. —dijo la chica sintiéndose un poco desconcertada.

Ambas contemplaban el paisaje nevado que había en frente de ellas. Todo se quedó en un silencio profundo y calmado, mientras que el viento resoplaba entre las dos chicas. Rebecca se preguntaba cuando sería el momento indicado para declararle su amor a la rubia.

Pensaba en el amor y en lo complicado que este era, sabía firmemente que Pip era la persona que le gustaba. Lo supo cuando se empezó a sentir celoso de la amistad y la cercanía que Kyle tenía con Pip, al mismo tiempo que sintió la terrible necesidad de protegerlo de cualquier tipo de mal que Kyle podría causarle a su angelito. Amaba a Phillip, pero sentía que su pequeño británico no era feliz a su lado, no lo amaba lo suficiente.

¿Eso es lo hacen las parejas, no es así? Amarse incondicionalmente ¿no? No sabía casi nada de lo que era tener un noviazgo debido a que era apenas un preadolescente. Era demasiado joven, por lo tanto no sabía cómo amar correctamente, y eso lo hacía sentir mal cada día que pasaba. No entendía la razón verdadera por la cuál Pocket le lanzaba indirectas sobre lo que estaba haciendo mal en su "relación" con Pip. ¿Es malo decir que Pip era sólo suyo? Pero eso es normal en las relaciones ¿verdad?

Esa es una forma de demostrar amor ¿no? "Ahora que Kyle ya no estaba, ellos serían felices ¿no esa así?" Lastimosamente, esto no fue así. A Phillip se le notaba desanimado la mayor parte del tiempo; había una leve tristeza en sus ojos cada vez que lo veía, sonreía menos y siempre se encerraba en su habitación. Damien tenía la sensación de que extrañaba a Kyle por una razón la cual él desconocía, pero que aún así lo hacía sentir rechazado, además de que temía que Pip extrañaba a Kyle porqué lo prefería a él, y eso destrozaba por dentro.


¿Acaso estaba haciendo mal en alejar y mantener vigilado a Kyle? Sólo quería poder ser más amoroso con su pareja pero por alguna extraña razón el mejorar su comportamiento con Pip, como ser más cariñoso, compasivo y incluso más atento, sólo hacia que Pip se alejará de él. No entendía porque lo suyo no funcionaba; digo, Christophe y Pocket eran una bonita pareja, se mostraban afecto cuando podían, hay comunicación y se escuchan mutuamente, y eso también tienen más o menos la misma edad que ellos. Los envidiaba. Deseaba tener también un poco de su felicidad.

Claro, también estaba la otra cara de la moneda; Gregory y Estella, eran una pareja terrible en todo sentido. Hasta parecía que se odiaban más que amarse en vez de ser como cualquier pareja normal. Pocas han sido las veces en las que los ha visto interactuar de forma amorosa. Bueno, también los veía como la típica pareja bipolar; un día los veía diciéndose hasta de lo que se iban a morir, y al otro día los veía felices juntos como sí tuvieran algún tipo de demencia que los hacía olvidar lo que se habían dicho el día anterior. Honestamente, eso siempre lo dejaba muy confundido, algo que en verdad lo hacía dudar sobre la idea que tiene sobre el amor.

Tal vez él era el problema, tal vez no era lo suficientemente bueno para estar con Pip. Era su culpa, toda su culpa, debió estar más tiempo con él cuando aún había tiempo. Se lamentaba por eso cada segundo que pasaba.

El azabache estaba en posición fetal, teniendo su cabeza encima de las piernas de su padre, mientras que este le acariciaba su cabellera negra. Él siempre buscaba consuelo con su padre cuando las cosas eran demasiado para él, por lo que lo buscaba para que le diera algún consejo o para que lo consolara con su afecto y silencio tranquilizador. Sentándose en sus piernas, buscando un abrazo o simplemente se podía en la posición con la que estaba ahora. Bueno, su padre era el único que lo podía consolar ahora.

Amaba a Phillip más que a nadie en el universo. Se había enamorado de él, en cuanto se dio cuenta que se sentía celoso de Kyle, muy celoso. Y sí estaba enamorado de Pip significaba que él era su alma gemela. ¿No es eso lo que dicen por ahí? Tu alma gemela es de quién te debes enamorar. Dicen que el amor nunca se equivoca, entonces ¿porqué no funcionaba? ¿Será acaso que Pip no lo amaba?

Lo único que quiere es a Pip, ¿Acaso es esta mal? ¿Por qué eso esta mal?

¿Por qué?
¿Por qué?
¿Por qué?
¿¡Por qué!?
¿¡Por qué!?
¿¡POR QUÉ!?

Damien mordía sus labios, sentía dolor pero más dolía el no saber el porqué. Fue tanta la presión que suprimió al morder su labio de bajo que comenzó a sangrar, se había hecho una herida en el labio pero eso ya no le importaba.

— Hijo. . . —una palabra salió de la boca de Satanás.

El anticristo ya no podía más, lloraba y temblaba como de un niño pequeño se tratase. Sentía un enorme dolor en el pecho, que más que ordenará que se detuviera, seguía ahí, sin dejarlo respirar tranquilo.

— Hijo, por favor escúchame. . . —dijo Satanás acariciando su pelo.

Le daba tristeza ver a su hijo así.

— ¿Por qué, padre? ¿por qué soy yo el que debe sufrir? ¿Tan mal esta tratar de intentar? —preguntó el azabache con su voz quebrada por el llanto que sostenía en boca.

— Sé te la estás pasando mal, pero. . . Debes intentar ser más amable con él y su amigo. Estoy seguro que Pip no está interesado en Kyle como él lo está, sólo está angustiado. Y tú debes quitarle esa angustia, sé amable con él y lo verás. —aconsejó su padre.

— ¿De verdad lo crees? —preguntó el pelinegro tratando de secarse sus lágrimas que no dejaban de salir.

Se había levantado de la piernas de su padre, al mismo tiempo se levantaba aún estando una posición vulnerable. Odiaba que su padre lo viera así, pero ya no podía aguantar más.

— Por supuesto, es la única forma en la evitarás distanciarte de él. —dijo levantándose de la cama.

Tomó el hombro de hijo, y suspiro. Sabía que había hecho mal en demostrarle su amor de una manera tan salvaje, no quería que su hijo repitiera el mismo error con alguien más.

— Hijo, lo lamento. . . Lamento no poder ser el mejor padre del mundo, pero ahora sé que tienes que hacer las cosas tú solo, y eso es lo único que importa. Sé que podrás hacerlo, creo en ti. —dijo para finalmente retirarse por la puerta.

Su padre lo amaba ese era un hecho. Deseaba que pudiera ser lo mismo con Phillip, lo amaba y no dejaría que alguien o algo los distanciara. Él era el anticristo, no se dejaría vencer por eso.

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Dama de telenovela, así es. 😎 Gracias por el leer y apoyar esta historia, adiós!!!

Cristofer Park (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora