Un nuevo lugar para estar

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Luego de decir lo que tenía que decirles, un profundo silencio inundó toda la habitación. Había cierta incomodidad entre los que se hacían llamar los nuevos reclutas; nadie se atrevía pronunciar ni una palabra. El único que se atrevió a saludar al muchacho, fue el tan infame Gregory, quién saludó al chico con cortesía, haciendo una reverencia mientras le daba su cordial saludo con su característico acento británico. Presentándose con su nombre y apellido.

El joven Tucker pudo más o menos reconocer a el chico rubio extranjero, precisamente porque su nombre le sonaba de algún lado. Había escuchado que era uno de los hijos adoptivos de el señor Thorn, o algo así: Gregory Bellarose II, hijo adoptivo de la familia Thorn, tenía veinte años siendo prácticamente el hijo mayor.

Una pregunta dentro de la cabeza del joven Tucker era: ¿qué hacía alguien como él en lugar tan horrible como su escuela misma? Dejando esas preguntas de lado, Tucker se mantenía firme y cortes con el chico británico. Seguido de Gregory, finalmente todos se atrevieron a saludar con un "es un placer" vacío y cortante.

— Muy bien, ahora que todos ya nos saludamos. Vengan, los llevaré a sus habitaciones. —dijo el joven Tucker.

Todos asintieron con la cabeza, mientras tomaban sus maletas y lo seguían.

Todos caminaban entre aquellos pasillos helados, y espaciosos, llenos de brillo apesar de estar entre las sombras. Mientras que caminaban todo se veía solitario y calmado, como sí no hubiera ni una sola alma en aquella escuela tan peculiar. El grupo se detuvo en la puerta de la primera habitación donde se alojarian algunos de ellos.

El joven Craig abrió la puerta de la habitación sin más.

— De acuerdo, Kyle, Stan y Gregory está será su habitación. La litera es de Stan y Kyle, y la cama individual es de Gregory. Sin nada más que decir, acomodense como gusten. Yo les mostraré sus habitaciones a los otros. Cuídense. —señaló Tucker para después despedirse del trío, dejandole las llaves de la habitación a Kyle.

Los demás se despidieron de ellos con un simple "hasta luego". No es como sí no se volvieran a ver o por el estilo.

La habitación era espaciosa, tenía un aroma a madera húmeda y a aromantizante de flores. Se sentía extraño estar en aquella habitación tan limpia y ordenada, era una sensación rara cuanto menos. Como ya se había mencionado antes, había una litera y una cama individual. El pelirrojo jamás se imaginó que dormiría en una litera junto con Stan, pero era lo que había y no podía quejarse. Claro, no se había salvado de Gregory irrumpiendo en su privacidad, pero no podía ser tan malo ¿verdad?

El de la ushanka verde enseguida pidió la cama de arriba, para no tener que mirar a la cara al británico ése; sin embargo, el de gorro azul no estaba del todo cómodo con esta decisión de parte de Kyle, ya que detestaba a Gregory, y no quería verlo de frente todo tiempo al otro lado de la habitación. Pero a regaña dientes aceptó, debido a las pequeñas súplicas de parte de su amigo el pelirrojo.

Después de ponerse de acuerdo, los tres chicos comenzaron a desempacar sus cosas cómo ropa, papel, objetos de higiene, ect. Cuando de pronto se dieron cuenta que en las recámaras habían uniformes muy bien doblados y hechos a la medida para ellos. Bueno, era un detalle bastante considerado de parte de la academia. Quizás no les iría tan mal después de todo, ya que por lo menos ahí tenían gestos de amabilidad. Acomodaron su ropa en closet; y claro, ordenado la de forma de que no se juntaran con la del otro. Guardaron sus cosas dentro de los roperos y mesitas de noche que estaban en la habitación; y por supuesto, todo ordenado lo de forma en la cual cada quién tuviera su propio espacio donde tener sus cosas.

Cristofer Park (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora