Capitulo 16

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SEOKJIN

Se echa hacia atrás tan rápido que su cabeza golpea la ventana. Se frota el cuero cabelludo dolorido y me mira.

—Estás bromeando.

—No, no estoy bromeando.

—¿No es una broma?

—Kook, yo no haría eso.

—Pero tu mamá....

—Se lo diré. Lo haré.

Me mira y luego se arrastra sobre mí, sobre la consola central y en mi regazo. Me trae recuerdos de nosotros en la cabaña, besándonos en el estacionamiento cerca de la Tienda General. Parece que fue hace tanto tiempo, cuando en realidad fue hace poco más de un mes.

Dios, esto va tan rápido. Casi me está mareando, pero tampoco quiero que se acabe.

—Eres mi novio—. Esa última palabra la dice en una exhalación satisfecha, y sonrío, frotando su mejilla con mi pulgar.

—Sí.

—He ganado totalmente esta vez. Hola mundo, estoy subiendo.

Se inclina y me da un beso prolongado en la boca y mi corazón se hincha.

—¿Significa esto que podemos tomarnos de la mano ahí dentro? Todos saben lo nuestro, ¿verdad?

—Sí, podemos. Se lo dije a Jimin y él se lo cuenta todo a Nam.

—Oh, gracias a Dios—, dice y entonces me besa de nuevo, chocando sus caderas contra las mías. No puedo creer que esté listo para follar de nuevo. Literalmente se la chupé en la ducha antes de salir de casa. Me había dicho que si no lo hacía, no podría evitar follar conmigo en medio del restaurante. Algo me dice que me ha engañado y que la exhibición pública de follar en seco va a comenzar de todos modos.

No es que me queje. En secreto, me encanta gustarle tanto.

Siento un cosquilleo en la piel y arranco mi boca de la de Jungkook y giro la cabeza, estremeciéndome cuando veo a Nam acechando justo al lado de mi ventana.

—¿En serio?— Gruño y bajo la ventanilla y Jungkook y yo nos giramos para mirar a Nam y Jimin que nos observan con sonrisas divertidas.

—Un poco de privacidad sería increíble—, murmuro y Jungkook se contonea encima de mí.

—Es mi novio. Acabamos de hacerlo oficial,— Jungkook suelta, y yo suspiro, cerrando los ojos y apoyando mi cabeza contra el reposacabezas.

—Oh, ¿lo hicieron ahora?— dice Jimin, y yo giro el cuello para mirar fijamente a mi amigo.

—Sí, lo estamos celebrando. Así que, ¿puedes darnos un poco de privacidad? Nos encontraremos allí cuando estemos listos.

Pero antes de que Jimin pueda responder, veo al hermano de Nam, Tae, acercarse.

He visto a Tae varias veces en casa de Jimin y Nam. Suele aparecer al azar y luego se queda por ahí.

De pie, muy cerca de Tae, hay un hombre que no reconozco. Pero sólo por la observación, aunque son más o menos de la misma altura, los dos no podrían ser más opuestos. Tae siempre tiene un aspecto rudo y desaliñado -vaqueros manchados de aceite, Henley de manga larga y una gorra de béisbol al revés- similar al de Nam. Pero este chico nuevo parece que podría ser un modelo de GQ con unos pantalones de vestir negros impecablemente confeccionados, una camisa gris abotonada y un abrigo. Lleva el pelo oscuro engominado a la perfección y unas elegantes gafas con montura de tortuga se posan en su nariz mientras mira a todos los que tiene delante.

Tal y como EresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora