Capitulo 19

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SEOKJIN

—Bueno, tienes una pinta de mierda—, dice Jimin, mirándome de pies a cabeza. Se reunió conmigo en las jaulas de bateo después de la clase y ha estado acompañando mi triste trasero.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue?

—Dos días.

—Parece que ha pasado un año—, responde Jimin y vuelve a recorrerme con la mirada.

Han sido los peores dos días de mi vida. La casa está vacía sin su presencia. Duermo fatal, dando vueltas en la cama. Esto es peor que todo el mes que estuvimos separados, porque ahora conozco toda la magnitud de mis sentimientos por él. Empezaba a imaginarme todo un futuro con él. Pero ahora parece que se acabó.

—¿Y todavía no ha respondido a ninguno de tus mensajes?— pregunta Jimin, balanceándose y fallando. Suspira, entregándome el bate.

—No. Es sólo una larga cadena de patéticos mensajes míos, que sé que está leyendo, pero que no responde.

—Hubiera pensado que al menos te daría una oportunidad. Tal vez deberías atarlo y secuestrarlo. A mí me funcionó de maravilla.

Miro a mi mejor amigo y sacudo la cabeza. —De ninguna manera. No con Kook. No... no le gustaría.

Golpeo las siguientes cuatro bolas y luego me vuelvo hacia Jimin.

—Creo que tengo que seguir esperando. Al final volverá, ¿no? Todas sus cosas están en la casa. Tendrá que buscarlas, en algún momento. Entonces lo obligaré a discutir. Tendrá que escucharme, ¿verdad?

—Hm—, dice Jimin y luego sacude la cabeza. —Lo siento, amigo. Sé que esto es difícil—. Intento entregarle el bate, pero se limita a sacudirme el dedo. —No. No más. Me duelen los brazos.

Me encojo de hombros y me paso los siguientes treinta minutos golpeando bolas hasta que los hombros me duelen y grita que pare

—¿Crees que se está follando a Lex?— Pregunto, jadeando y tragando agua. El sudor se me acumula en la frente y me lo quito de un manotazo.

—Si lo hace, lo mataré.

Le arqueo una ceja y él rectifica: —Quiero decir que tendré palabras fuertes con él y dejaré que Nam se cierna en el fondo como un centinela furioso.

Me paso una mano por el pelo y cierro los ojos. —Estoy muy disgustado, Jimin. Y estoy frustrado y dolido porque ni siquiera me da la oportunidad de explicarme.

—Sé cómo te sientes. Tal vez mañana puedas acecharlo. Vigilar su casa y luego acorralarlo.

—No creo que le guste eso. No le gusta que lo sorprendan así—, murmuro y luego suspiro. —No soy divertido. Lo siento. Es que... lo echo de menos. Me duele.

—Lo sé—dice Jimin y me atrae en un abrazo. —Ya se le pasará. Te ama. Lo sé. Y nunca me equivoco en esta mierda.

—Debería haberle dicho que le amo, pero se fue antes de que pudiera.

—Tendrás la oportunidad de decírselo, Jin. Estoy seguro de ello. Llámalo mi intuición, pero ese tipo está loco por ti. Sólo que no lo manejó bien.

—Porque pensó que lo había rechazado. Como su madre.

—No te pareces en nada a su madre.

Pero no estoy muy seguro y eso me corroe por dentro.

—¿Cómo está tomando esto tu mamá?— Jimin pregunta y yo suspiro sintiéndome como una mierda.

—Bien. Kook tenía razón. Deberíamos habérselo dicho desde el principio. A ninguno de ellos le importa que estemos juntos. Thomas casi parecía feliz por ello.

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