Capítulo 2: La segunda primera vez.

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"Dejame ser tu primera herida aunque ya hayas sangrado antes, porque en tu pasado la cicatriz se formaba en tu soledad, y en la conciencia de este presente, yo lameré cada una hasta sanar.

Dejame ser el primer beso en tu presente, aunque ya hayas probado 100 bocas, no me importa los labios agrietados que tuvieron la fortuna de besarte, mientras todo este en pasado puedo seguir adelante.

Dejame ser tu primer amor aunque ya hayas tenido amantes, porque soy conciente que tu vida fue vida antes de mi, y de que otros amores dijeron amarte, que tu corazón se ha acelerado, que las mariposas ya han estado, y aún así, mi vida puedo brindarte en una gota de agua el amor que un océano no pudo mostrarte"

Hannibal había aprendido un nuevo concepto sobre el efecto mariposa, o más bien, lo había presenciado en su forma más literal. Cada decisión que cambiaba movía las piezas del camino en una dirección nueva.

Por ejemplo, su primera conversación con Will en la oficina con Jack había sido tal y como la primera vez, pero cuando hubo terminada toda la reunión, decidió no matar a la joven que en su línea original sería la "primera víctima" del imitador. Primero porque había asesinado a la chica para probar un punto con Will, ver si sus habilidades eran tan buenas que notaría las diferencia, y Segundo, porque había sido entretenido. Claro que con el tiempo surgió la idea de la plantación de pruebas al hogar de Will, pero ahora mismo no planeaba hacer nada de eso.

Ya sabía que la empatía de su chico era insuperable y con un gran potencial. Tenia muchas más cosas en que entretenerse, como anotar cada suceso de su línea de tiempo con una precisión impresionante, para poder calcular que cosas debía cambiar. Y por supuesto, en esta ocasión no planeaba enviar a Will a prisión, no volvería a escoger ese camino.

Tomando en cuenta todo esto, el hecho de que Will no hubiera tenido que viajar hacia Hibbing, Minesota para examinar el cuerpo de la no víctima del imitador, llevó a que Hannibal tuviera que llamar a Jack para pedirle la dirección de Will en Wolf Trap y poder guardar las apariencias. Con esto sobre la mesa, el primer desayuno de ambos se daría en la casa de Will, y no en una habitación de hotel.

Hannibal estaba complacido con eso, significaba que la segunda primera vez que conocería la casa de Will, sería con él dentro de ella y con una comida compartida, eso ayudaría a que su chico se acostumbrara a la comodidad de Hannibal en su espacio. También significaba que vería a los perros en presencia de su amo, y Hannibal intentaría ser lo más animoso que pudiera con los caninos, para demostrarle a Will que era bueno con ellos, eso ganaría un poco mas de su confianza.

A lo lejos, Hannibal era consiente de que que estaba de nuevo manipulando la situación, pero en esta ocasión no pretendía dañar a Will, al menos no tanto. Por supuesto necesitaba que su chico cambiara, que saliera de su capullo y se entregara a lo que era y reprimía, y por supuesto también necesitaba que lo aceptara, porque eso fue lo que los llevó a todo el desastre en primer lugar. Aún así, no planeaba dejar que el cerebro de Will estuviera en llamas, o matar a Abigail, o apuñalarlo, no tenía en mente hacer ninguna de las cosas que quebraron la taza de té, solo mover de forma más inteligente todas las piezas.

Y ahora estaba ahí, frente a la puerta de Will mientras los perros ladraban avisando su presencia. Hannibal extendió su mano y tocó la puerta suavemente, algo nervioso, lo cual era nuevo para él.

Will salió a los pocos segundos vestido con una camisa blanca bastante ancha para su fina figura y unos shorts de algodón que llegaban a un cuarto de sus muslos.

— Buenos días, Will — saludó Hannibal con una media sonrisa.

El rostro de Will reflejaba incomodidad pura, y sus ojos evitaban mirar a los de Hannibal, demasiado desconfiado.

A través del tiempo, Te amo Will. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora