玉: Pequeño Mariscal. [ESPECIAL I PARTE FINAL]

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Ah Ram se recostó en su cama durante más de un par de horas.

Miró al techo oscuro de su habitación y su mente parecía estar vacía de cualquier otro pensamiento durante algún tiempo.

Apenas reaccionó cuando escuchó una gran conmoción en el piso de abajo. Por un momento su cuerpo se movió a punto de levantarse e ir a revisar lo que estaba pasando, pero entonces recordó el rostro severo de su Padre cuando le ordenó permanecer en la habitación.

Se sintió ofuscado ante el recuerdo. No estaba acostumbrado a recibir órdenes directas y absolutas de su Padre.

Intentó agudizar más su oído, y cuando identificó la voz de Eunsang, decidió que era mejor no escuchar más así que se cubrió la cabeza con las sábanas y bloqueó sus sentidos.

Eunsang seguramente había corrido todo el camino hasta aquí en un gran estado de preocupación al enterarse de lo ocurrido, Ah Ram no podía tolerar el pensamiento que más personas estaban siendo lastimadas debido a sus acciones, así que selló sus sentidos durante algunas horas.

Más tarde cuando ya era entrada la madrugada, Ah Ram se levantó de la cama.

La ansiedad y la preocupación haciendo estragos en su interior, estaba asustado y preocupado hasta la muerte por Dohyon.

Ser sometido por el aro de disciplina no era algo simple, y su hermano siendo un Alfa Enigma y teniendo los genes prodigiosos que tenía, sufriría mucho más tiempo y una mayor agonía hasta que el aro de disciplina lo redujera a su forma más vulnerable.

Pensando en eso, Ah Ram estaba más ansioso. Y cuando observó desde su ventana hacia afuera notó que el coche de sus Padres había desaparecido.

Tampoco podía percibir sus presencias.

—¿Salieron?

El corazón de Ah Ram palpitaba ansiosamente. No tenía intenciones de causar más problemas, y confiaba en sus habilidades para no ser atrapado incluso si iba a ver a su hermano a las cuevas subterraneas.

Ah Ram se decidió en su corazón, se cambió de ropa rápidamente y tomó algunos artículos espirituales que le ayudarían a infiltrarse sin ser notado.

Finalmente bajó por las escaleras silenciosamente, asegurándose que estaba solo en casa.

Estaba por ir en dirección a la puerta cuando escuchó una voz que lo asustó;

—Realmente... —el reproche en la voz fue evidente— ¿Te matará obedecer las palabras de tus Padres una vez?

Ah Ram apretó los labios. Al principio no sabía quién le estaba hablando, pero después de ajustar su vista a la oscuridad que había, notó que quien le hablaba era Lee Eunsang.

El Omega más joven estuvo incluso más sorprendido por el hecho de que no reconoció su voz, y fue porque era la primera vez que Eunsang no estaba hablando con una sonrisa en los labios o con su permanente tono de voz amigable.

Ah Ram estaba más avergonzado por ser atrapado huyendo, y estaba más avergonzado porque Eunsang estaba de mal humor debido a él. Pero nuevamente, Kim Ah Ram tenía un orgullo del tamaño de la nación, incluso si por dentro moría y se arrepentía, su lengua era demasiado veloz y mordaz.

—Esto es un asunto familiar, no te entrometas.

Eunsang soltó una risita cínica entre dientes, y alzó una ceja.

—Oh, entiendo. Es la primera vez que dices algo así en voz alta, pero supongo que ya lo habías pensando durante mucho tiempo. De ahora en adelante, me abstendré de pensar en ti como mi familia también.

JADE (SeungSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora