Enterré todos los impulsos impropios.
Profundamente en el suelo con las raíces.
A partir de aquí, Wooseok no tuvo tiempo para pensar demasiado y tomar una decisión; sería proteger la formación o proteger a Cho Seungyoun, y ésta última opción también implicaba una grave violación a las normas.
Había una regla inquebrantable en la manada, y era que cualquier situación de riesgo provocada durante una misión oficial debido a una insubordinación, sería responsabilidad únicamente del desobediente, y que los demás no estaban permitidos para abandonar sus puestos e ir en su ayuda.
Era orden directa del Alfa.
Sin embargo, cuando vio a las seis bestias desviadas abriendo sus fauces en busca del tonto Alfa que corrió por su cuenta, la decisión estuvo tomada.
Se bajó de la motocicleta a la vez que lanzaba una matriz de protección sobre Seungyoun, y con el factor sorpresa de su lado, cortó la cabeza de la bestia que estaba sobre Cho, a la vez que activaba una matriz de hilos para contener a los otros mientras tomaba una mejor posición.
—¡Muévete! —gritó con ira—
Seungyoun observó con ojos muy abiertos hacia la cabeza del enorme oso pardo que rodó a su costado, y no se movió, por lo que Wooseok tuvo que tirar del cuello de su ropa y llevarlo a arrastras.
—¡Quédate quieto, Cho! ¡Que no se te ocurra volver a correr!
Una vez que hizo contacto con las bestias, ya no podía regresar a la formación. La retaguardia estaba conformada por novatos, y ya podía percibir que estas bestias no eran del tipo inferior, esos novatos serían sacrificios si hacían contacto con estos desviados.
Tampoco podía alertar ni llamar por refuerzos puesto a que sus acciones fueron contra las reglas, tenía que hacer todo solo y en silencio.
—¡Obedece!
Una pantera saltó sobre la espalda de Wooseok, quién lo enfrentó con una modificación de su usual látigo dorado, Seungyoun no pudo evitar estremecerse al notar las púas que se mostraban como afiladas hileras de colmillos hambrientos.
La pantera fue lanzada a unos metros con una enorme herida sangrienta en el estómago, sin embargo, la ventaja de los desviados residía en que al perder toda su humanidad, también perdían el miedo al dolor y a la muerte, con lo cual no tenían ningún temor de las heridas o de sobre exigirse, así que la pantera estuvo pronto de regreso para unirse en un nuevo ataque junto a una leona.
Wooseok apretó los dientes, decidiendo encontrarse primero con la pantera que ya estaba herida. Tiró el látigo para atrapar a la pantera por el cuello y clavó una lanza de hierro en la cabeza de la bestia, lo que le daría tiempo para enfrentar a la Leona.
Sin embargo, el Capitán Kim fue sorprendido cuando la pantera rugió y su energía fluctuó fuera de su cuerpo, rompiendo la lanza.
—¿¡Qué dem---
Antes de que pudiera terminar con su maldición, percibió que la formación de hilos también era disipada y las otras tres bestias estaban por unirse a la cacería.
Al menos no debía preocuparse por el bienestar de Seungyoun, ya que las bestias no pensaban e iban por instinto, por lo que al determinar que era el más fuerte, irían por él e ignorarían a la presa fácil.
Cambió el látigo por una ballesta y disparó hacia las otras tres bestias para ganar algo de tiempo; solo dos de ellas fueron impactadas y hubo otro oso pardo acercándose, afortunadamente los osos no eran tan rápidos como otros depredadores, así que Wooseok pensó su siguiente movimiento y esperó el momento indicado.
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JADE (SeungSeok)
FanficKim Wooseok fue aclamado como un genio entre los genios cuando tenía catorce años. A los quince ya había pateado el trasero de todos los Alfas y betas de la manada hasta la inconsciencia. A los dieciocho fue nombrado capitán. Y a los diecinueve se...