JADE (SeungSeok)

玉：TRECE(十三)

—¡Seungyoun, trae a los cachorros! —Serim pidió—

Seungyoun asintió y ayudó a cargar a los cachorros en el vehículo donde serían transportados para reubicarlos.

Aunque era muy tarde en la noche, el movimiento en la manada era fluido, rápido y eficiente.

Serim hizo un gran trabajo en organizar las labores, designando a Seungyoun como su asistente temporal.

Seungyoun miró la hora y se dio cuenta de que más de una hora había transcurrido, y aún no escuchaban nada sobre los Omegas secuestrados.

—Sunbae, ¡los último cachorros fueron enviados!

—Buen trabajo, Seungyoun. Déjanos el resto a los mayores. Es peligroso ir por ahí solo, así que aguarda hasta que pueda enviarte con alguien a los dormitorios.

—S-Si.

Seungyoun se quedó de pie rígidamente atrás de Serim, quien siguió dando órdenes para levantar los cuerpos y avisar a los familiares, así como todo el protocolo a seguir.

Cuando acabó su llamada, se giró y se sorprendió al ver a Seungyoun aún ahí.

—Seungyoun, no tienes que quedarte de pie. Ve a descansar, debes estar exhausto. No llevas mucho en la manada, y ya te enfrentas con este escenario.

A decir verdad, Seungyoun si estaba muy impresionado y nervioso por lo ocurrido.

—Sunbae, ¿van a estar bien Hangyul y Junseo?

—No te preocupes. —Serim sonrió— El Jefe de médicos los está tratando personalmente. Puedes ir a verlos mañana.

—E-Entonces, ¿qué hay de Woo-- el capitán Kim? ¿Por qué aún no vuelve?

—El Capitán Kim es la fuerza principal de nuestra manada, y su división es nuestra élite. Ellos saben lidiar con el peligro.

El suelo empezó a temblar ligeramente, debido al peso y aura que desprendía el Alfa, anunciando su regreso. Olía a sangre, pero su pelaje aún estaba limpio.

Los dos Pandas mellizos en sus formas humanas estaban llorando el nombre del otro y abrazándose fuertemente.

Serim se acercó para ayudarlos a bajar del lomo del Alfa, y les habló para tranquilizarlos.

—Está bien, chicos. No hay que temer.

Jinhyuk volvió a su forma humana, portando un traje especial de color azul. Estaba agitado y despeinado, pero preguntó incluso antes de recuperar el aliento:

—¿Qué hay de Wooseok?

—No ha regresado.

—Te encargo a los niños, iré a ver qué ocurre.

Justo cuando el Alfa estaba por volver a su forma de bestia, el zorro blanco apareció entre los árboles, seguido de otras bestias grandes.

El olor a sangre fue más intenso.

Seungyoun sintió palpitaciones cardiacas al notar que Wooseok estaba cubierto de sangre, pero se relajó al percibir que ninguno de aquellos olores de sangre era el que recordaba.

Wooseok bajó del zorro, sosteniendo a un asustado conejo angora cuidadosamente contra su pecho.

—¡Capi---

—¡¿Quién demonios estaba a cargo de la seguridad éste mes?! —Wooseok rugió— ¡¿Cómo en la tierra esos bastardos consiguieron infiltrar bestias desviadas sin que nadie se diera cuenta?! ¡¿Por qué reportaron la anomalía con tanto retraso?! ¡Puse una maldita barrera en todo el perímetro, deberían haberlo notado desde el momento que entraron!