玉:ONCE(十一)

271 42 67
                                    

Wooseok intentó alejarse una vez, pero Seungyoun usó su cuerpo más grande y pesado para mantenerlo quieto con la espalda pegada al acuario.

Aunque no intentó alejarlo más, Kim tampoco le correspondió, y eso estaba bien, Seungyoun estaba harto de escucharlo, ¡No quería que le diera órdenes incluso en esto!

Ninguno de los dos cerró los ojos, por lo que fueron más conscientes de las acciones y la respiración del otro.

Seungyoun ladeó la cabeza y besó a un ritmo pausado, perdiéndose a sí mismo en la sensación de los labios suaves y esponjosos de Kim, él casi no podía creer que Wooseok fuera tan delicado, y pronto no le fue suficiente con tocar una muñeca.

Cuando reubicó su mano en la cintura del más bajo, Wooseok empezó a forcejear, Seungyoun no estaba dispuesto a dejarlo ir aún, por lo que en medio del forcejeo, accidentalmente mordió demasiado fuerte la comisura de los labios ajenos.

Una gota de sangre fue suficiente para que el ligero aroma golpeara todo el sistema de Cho Seungyoun.

Fue un exquisito aroma a magdalenas.

Tiró de Wooseok hacia el sofá a un lado del acuario y se subió sobre él para mantener la ventaja de tamaño y no darle oportunidad de escapar. Seungyoun inclinó la cabeza para saborear la gota de sangre y embriaguarse en el olor, pero Wooseok se cubrió el rostro con el dorso de la mano.

—¡Muevela, Wooseok!

Kim negó con la cabeza.

—¡Hazlo! ¡Si no lo haces, te morderé! —gruñó—

Ante la nueva negación, Seungyoun quien no sabía qué se había apoderado de su cuerpo e incluso olvidó que no se suponía que debía revelar su identidad, realmente mordió la muñeca descubierta.

Un gimoteó débil salió de su garganta cuando el olor se hizo más fuerte, por lo que lamió la zona herida con entusiasmo, queriendo extraer más del olor.

No se supone que la raza felina fuese tan afectiva, pero Cho Seungyoun se comportó como un perro tonto y cubrió de besos el antebrazo, tirando hacia arriba de la manga larga.

No se dio cuenta que algo andaba mal hasta que la piel de su pecho empezó a arder.

Wooseok curvó los labios hacia arriba y dijo con tranquilidad:

—Cambia, Seungyoun.

Seungyoun sintió una corriente gélida de energía recorrer su interior, reaccionó volviendo a la realidad y se alejó de Wooseok casi sin aliento. Sintió las señales del cambio en contra de su voluntad.

Tiró de su camisa hacia abajo y vio la marca carmesí que estaba brillando en su pecho.

—Realmente tienes muchos trucos. —Seungyoun se alejó a tropezones—

Wooseok se levantó y acomodó su apariencia. Sin embargo, poco podía hacer con sus labios rojos por ser besado con tanta ímpetu.

—No luches, Seungyoun-ssi. Éste piso fue cerrado herméticamente, no puedes ir a ningún lado.

Seungyoun se arrancó el antifaz y se rió con una mueca torcida, aún resistiendose al cambio.

—¿¡Qué me hiciste!?

—Es una matriz de sangre improvisada.

—¡Es un maldito collar de perro como el que le pusiste a Han!

Wooseok lo ignoró, pero Seungyoun supo que estaba más que jodido al notar el casi imperceptible resplandor que surgió entre sus dedos cuando movió las manos.

JADE (SeungSeok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora