1- Sorpresa

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Maldito libro de autoayuda. Maldita Dra. Marbrand y sus 10 pasos para superar un engaño amoroso. ¿Qué clase de paso es "No te lo tomes como algo personal"? ¡Claro que lo tomo como algo personal! ¡El imbécil tenía a esa perra en nuestra cama! ¡En el día de San Valentín!

─¡A la mierda con eso! ─Arrojé el libro con todas mis fuerzas, con toda la rabia contenida que había guardado durante semanas.

─¡¡¡Auch!!! ─Lo arrojé sin advertir que Stacy estaba entrando en la habitación. ─¡¿Qué te pasa Cass? ¡Me aventaste un libro! ─De hecho era un libro bastante grande para llamarse "10 pasos para superar un engaño amoroso".

─Lo siento Stace. No pensé que justo entrarías. Creía que seguías durmiendo.

─Créeme que tras diez horas de trabajo necesitaba dormir, pero tu grito me despertó. Y luego me recibiste con un golpe. No te preocupes, estaré bien. ─Stacy me miró con odio y no podía culparla. Desde que pasó lo que pasó con mi ex, todo en mi vida se había desmoronado, incluido mis relaciones con personas que no tenían nada que ver con lo que sucedió, como Stacy.

Al principio todos me apoyaron, me decían que el que perdía era Paul y no yo, que yo era demasiado para él y que merecía a alguien mejor; pero ni siquiera eso me ayudaba, lloraba todos los días, recordaba los días felices que vivimos y los planes que teníamos. Luego entré en la etapa agresiva, y aún no había salido de ella. Aliené a varios amigos y los entiendo, ni siquiera yo me soporto en estos días. Sin embargo, siempre recibía algún mensaje de ellos preguntándome cómo estaba, invitándome a salir, o simplemente diciéndome que cuando estuviera lista ellos estarían a mi lado, como siempre.

Me la pasaba durmiendo casi todo el día y cuando no estaba durmiendo, comía. No tenía razones para no hacerlo, ahora no sentía deseos de cuidar mi físico. Stacy me decía que estaba entrando de a poco en la etapa depresiva. Seguramente tenía razón, aunque no quería pensar al respecto.

Había pasado un mes desde que encontré a Paul con esa perra. Un mes desde que no regresaba al apartamento que solíamos compartir. Un mes desde que vivía con Stacy, que fue tan amable de cobijarme en su pequeño apartamento en el que vivía. Tenía que reconocer que Stacy fue la primera en ofrecerme el ir a vivir con ella, se había portado tan bien conmigo que lo menos que podía hacer por ella era salir de su casa cuanto antes. Era hora de encontrar un nuevo hogar para mí y un nuevo trabajo que me permitiese volver a ser independiente.

Encontrar un apartamento decente en New York por menos de 1.500 dólares al mes era misión imposible, pero tenía que intentarlo. Recorrí casi todos los apartamentos que salían en el periódico y uno era peor que el otro. Casi estaba a punto de rendirme cuando recorriendo las calles, vi un aviso bastante llamativo. Alguien buscaba un compañero de cuarto. Se trataba de un apartamento en una de las zonas más exclusivas de New York y me dije a mí misma que no perdía nada con llamar al número que estaba publicado en el aviso; así que eso hice. Luego de que el celular diera tres tonos, una voz femenina atendió.

─¿Hola?

─Hola. Hablo por un aviso en el que se pedía compañero de cuarto.

─¡Oh claro! Bueno, el apartamento está ubicado cerca del Maddison Square Garden, tiene tres habitaciones, dos baños, un living-comedor... ─La interrumpí antes de que siguiera enumerando todo lo que tenía ese lujoso apartamento.

─Lo siento, pero un apartamento así no está dentro de mi presupuesto. Lamento haberte hecho perder el tiempo. ─Estaba a punto de colgar cuando...

─¡Espera! No te he dicho el precio. Tu voz me inspira confianza. Te daré la dirección. Ven a ver el apartamento. Hablemos, y luego decides. ¿ Qué te parece? ─Esto sonaba demasiado bueno para ser verdad, aunque a estas alturas no tenía nada que perder.

El dolor se paga caroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora