Rivier

6

Rivier miró sus pies con cara de pánico, Croft podía adivinar aproximadamente la situación.

—Cuando la dama me golpeó no le dolió, ¿verdad? No lo sé con certeza, pero si alguien resultó herido, probablemente fue la dama y su mano.

Era como había dicho Blake.

Croft cogió rápidamente a Rivier, que ni siquiera podía pararse sola con su pie derecho lesionado, y se acercó a un banco cercano.

De repente, Rivier comenzó a luchar en sus brazos.

—¿Qué estás haciendo?

—Dejaré que me pegues más tarde, así que quédate quieta.

—¡¿Cómo te atreves?! ¡Bájame ahora mismo!

—Te lastimarás, así que deja de luchar.

Croft colocó suavemente a Rivier en el banco y se arrodilló frente a ella.

A pesar de los resoplidos que venía de Rivier, él le quitó los tacones con expresión estoica.

Se revelaron pequeños pies envueltos en medias blancas.

Croft estaba un poco impresionado por el tamaño de sus pies, que eran tan grandes como su mano. No solo lo sorprendieron sus pies, sino también sus tobillos, que parecían más delgados que sus muñecas.

¿Cómo puede ser así el cuerpo de una persona?

Cuando sostuvo su pequeño tobillo, el hueso del tobillo se reveló entre sus dedos.

Entonces, Croft asintió con la cabeza mientras miraba los pies de Rivier.

No es que asintiera voluntariamente, pero Rivier, que había agarrado el cabello de Croft con ambas manos, estaba negando con la cabeza.

—¡Eres un loco! ¿Qué estás haciendo? ¿No puedes dejarlo ir?

Mientras su cabeza estaba en las manos de Rivier, Croft le tocó el dedo gordo del pie.

—¡Ay!

Rivier dejó de mover los brazos y gritó.

Como se esperaba.

Croft chasqueó la lengua y volvió a tocar el dedo gordo de Rivier.

Hubiera sido mejor ver sus pies descalzos, pero podía quitarle las medias.

Cada vez que lo tocaba, Rivier le tiraba del pelo, gritando de dolor.

Después de sacrificar un poco de cabello, finalmente levantó la cabeza.

—Afortunadamente, el hueso no tiene nada de malo. Intenta usar tus muslos y pecho para golpear a la gente. Si quieres causarme daño, es mejor arañarme o morder.

'¿De qué está hablando este loco? ¿Son todas estas tonterías sobre mi pecho y mis muslos?'

'¿Es mejor arañar y morder?'

'Pensé que simplemente actuaba como si estuviera loco, pero ¿está realmente loco?'

Croft le dio a Rivier, quien le estaba dirigiendo una mirada extraña, sus tacones hacia atrás.

Cuando Rivier aceptó los tacones con la cara en blanco, preguntó con seriedad:

—Voy a llevarte de regreso a tu habitación. Eso te parece bien, ¿verdad?

—¿Por qué estaría bien para mí?

—Por el momento, es mejor si no caminas.

—¿Y qué si lo hago, eh?