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Nadie sabía lo que estaba pensando Rivier, pero Croft, que se había dado cuenta de su advertencia, miró a las jóvenes que todavía inclinaban la cabeza y murmuró.

—Mmm.

¿Es así?

Una vez más, Rivier lo fulminó con la mirada, pero Croft no sabía qué más decir y lentamente comenzó a evitar hacer contacto visual con ella.

Las tres jóvenes se asomaron al cuello abierto de Croft, echando una mirada furtiva a su musculoso pecho.

Croft, que no tenía idea de lo que debía hacer cuando las tres jóvenes vestidas como llamativos pavos reales lo vislumbraron, decidió hacer lo que mejor se le daba.

—Princesa, ¿podría disculpar mis acciones esta vez?

—Ah, n-no, ahora mismo...

Antes de que pudiera terminar la oración, Rivier ya había sido arrastrada al abrazo de Croft. Las tres jóvenes se taparon la boca y miraron con ojos brillantes.

—La llevaré ya que le duelen los pies.

Croft fue bastante gentil mientras cargaba a Rivier, y dejó a las tres jóvenes en la puerta y se dio la vuelta.

Mirando por encima del hombro de Croft, Rivier dejó que una pequeña sonrisa se extendiera por su rostro mientras las jóvenes salían apresuradamente de la mansión del duque.

Sintieron la necesidad de correr la voz lo antes posible.

Cuando Croft comenzó a subir las escaleras, Rivier comenzó a regañarlo.

—Ya te dije que no me tocaras tan de repente. Deberías haber esperado mi respuesta después de preguntar.

—Pero estabas allí de pie con dolor.

—Eso está bien.

—No, no lo está. Tu lesión empeorará.

—¿Qué demonios...? No, ¿de qué tipo de tonterías está hablando?

'Me gustaría preguntarle a tu pie lo mismo', fue lo que pareció decir la expresión de Croft mientras miraba a Rivier.

Después de ver la ceja de Rivier contraerse con molestia, decidió mantener la boca cerrada.

Al escuchar los gestos de Rivier para que la bajara, Croft la pudo en el sofá, se quitó algo que estaba atado a su cintura y se lo presentó.

—Te traje una espada de madera.

Croft, que una vez había subestimado la fuerza de Rivier, la eligió con mucho cuidado.

'Si es así, entonces incluso alguien como tú debería poder sostenerlo.'

Eso es lo que quería transmitir mientras miraba a Rivier.

Rivier dejó escapar un profundo suspiro después de recibir la espada.

Croft con los ojos bien abiertos, preguntó en voz baja.

—¿Es pesado?

Hubo algún tipo de malentendido, pero no fue por el peso de la espada.

—La espada no es demasiado pesada, mi señor.

—Continua.

—¿Pero no dijo que me enseñarías técnicas para atacar?

—Si.

Eso explicaba su expresión confusa, se preguntaba por qué no trajo una espada para él.

Rivier sostuvo la espada con su mano derecha y la golpeó ligeramente con la otra mano. Luego preguntó.

RivierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora