Capitulo XV 𝙑𝙚𝙡𝙤𝙧𝙞𝙤

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Bástian notó al llegar que estaban todos sus compañeros de clase, dentro y fuera de la casa porque los veía pasar frente a él, entrando y saliendo de la misma. Hablando fuera de la casa estaban Cassie, Liza, Samuel y los hermanos Sanders, Becca y Eric. Además, de que había mucha otra gente que no conocía que supuso eran amigos o familiares de los Batrells. La vieja casa de los Batrells no era demasiado grande pero habían logrado meter a todas esas personas en ella que era como en esas ocasiones en las que cientos de payasos entraban y salían de un pequeño auto.

Connor se apresuró hacia la entrada de la casa de los Batrells, pudo observar a sus padres dentro de la casa hablando con los padre de Camila, sostenían sus manos. Bástian se acercó a él antes de que entrara para preguntarle. –¿Qué se hace ahora?
Connor lo volteó a ver. Miró a todos lados para asegurarse que nadie los escuchara y llevó a Bástian a una parte del patio delantero en donde no hubiera  tanta gente. Cerca de los arbustos de los Batrells podían hablar tranquilamente –Estoy casi seguro que hará un movimiento pero debemos estar atentos a cualquier comportamiento raro. Hará acto de presencia para dar el espectáculo de que está vivo o al menos así ocurre en las películas.

–¿Y hasta ese momento?–. Preguntó Bástian.

Connor alza las cejas y una mueca se dibuja en su rostro. –Es un velorio, actúa como en uno–. Y entró a la casa dejándolo afuera.

Bástian saludó al grupo de amigos que reconoció afuera así como a los demás que encontró dentro de la casa en la sala frente al ataúd. July estaba con sus padres orando frente a la caja. Melinda hablaba con Roberto y Scarlett entre muchos otros a los que no les prestó demasiada atención. Su mirada buscaba por toda la casa y las diferentes secciones de la misma, en donde toda la gente estaba esparcida, incluso en la cocina. Se estuvo en el comedor donde encontró a Steven y a Daniel parados platicando.

–¡Bástian! –Daniel lo abrazó–, ¿Cómo estás?
–Sobreviviendo literalmente–. Le sonríe.
–¿Dónde está Olivia?–. Steven preguntó sin dejar de mirar hacia la puerta tenía la esperanza de que Liv apareciera en ella.
–Tengo entendido que fue con Jeremy a buscar algo y ahora volvían.
–Los dejaré un momento–. Steven pasó en medio de ambos y caminó hasta la entrada en donde una mujer estaba parada mirando a todos, Bástian no había logrado ver de quién se trataba. Pero sentía una extraña sensación al ver a l mujer, un gran sombrero negro con rayas blancas le cubría el rostro. 
–Supongo que Olivia ya te dijo lo del disfraz y el pedido–Daniel comentó haciendo que Bástian lo mirara–, No creo que algo así no lo comparta con ustedes. 
–Así fue –Sebastián se sintió un poco avergonzado porque así era siempre, desde que Bástian había sido sincero con Olivia que le gustaba Daniel ésta siempre le contaba todo de él, si salía con alguna chica o cómo estaba y qué hacía–, nos contamos todo.
–¿Cuídense, está bien? –Dijo Daniel preocupado–, no quiero que les sucede nada. Ante cualquier cosa no dudes en llamarme, ¿está bien? Estoy para ayudarlos.
–Gracias –Sebastián había olvidado todo por completo, sus pies temblaban y tratan de no sonreír para parecer loco–, ¿Cómo has estado con lo del ataque?–. Volvió a tocar su rostro como hace tres días que lo habían atacado, poco a poco la cortadura se había convertido en costra. Su mano acarició su mejilla mientras veía la herida.
–Mejor –dice mirándolo mientras Bástian tenía esa misma mirada de siempre con él, enamorado y siempre se detenía a mirar cada centímetro de su rostro, no le incomodaba porque al final del día sabía que no le gustaban los chicos y que Bástian además de estar enamorado de él solo estaba siendo amable–, Steven ha estado muy preocupado en cuanto a lo de Olivia y todo el asunto del robo y, claro, que vistió a un asesino en serie lo han dejado algo desconectado. 
–No debe culparse de nada –Sebastián quería bajar su mano pero no podía–, encontraremos a quien esté haciendo todo esto, bueno al asesino original. Sabe Dios su nombre.
–Nos preocupan los otros disfraces–. Dijo Daniel y Bástian bajó rápidamente la mano de su rostro, su mirada de amor había cambiado repentinamente. Daniel creyó ante el rostro de Bástian que lo había insultado, o que hasta las peores de las ofensas la había causado, pero era ese rostro preocupado lo que le hacía pensar así.
–¿Otros disfraces? –Sebastián da un paso atrás–, ¿De qué hablas?
–El pedido –Dijo Daniel con el cuello de su camisa desacomodándose–, fue el disfraz que está saliendo en la noticias que dibujó la policía con plumas y la capa de terciopelo.
–Ajá…
–Y los otros dos–. Daniel parecía tan normal al decirlo, no se había dado cuenta que Bástian no tenía ni la más mínima idea.
–¿Hicieron dos copias más?–. Bástian miró a todos a su alrededor.
–No –dijo Daniel moviendo la cabeza–, son otros dos disfraces completamente diferentes.
–¿Por qué no lo dijeron antes? –Sebastián se detuvo a mirar al piso–, ¿Olivia sabía?
–No, ni siquiera quiso verlos, creyó que eran más fotos del disfraz principal. Pero mí padre nos no había dicho hasta la noche en que Olivia se fue a dormir contigo, que eran tres disfraces.
–Necesito verlos. ¿Traes la fotos contigo?
–La fotografías están en mi casa –Daniel caminó hasta la salida–, vamos antes de que mi padre se de cuenta que no estoy.

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