- ¡Abuelo! ¿Qué haces acá? -
-No lo sé, creo que vos me llamaste. -
-Ah si, perdón. Es que te extraño mucho últimamente. -
-Yo también te extraño mi’ja, no sabes el viaje que hice para estar acá hoy, tu llamado fue muy fuerte, pensé que estabas en problemas, por eso me apuré también. -
-Eh no, yo estoy bien. Un poco cansada nada más. -
- ¿Segura? Escuché que te mudaste
- ¡Sii! Me mudé hace una semana. ¿Y? ¿Qué pensas, te gusta? -
- Todo parece muy nuevo y muy brillante. -
- Si, limpiaron muy bien antes mudarme. -
- De eso te quería hablar, esto está demasiado brillante para mi vista. -
- ¿Para tu vista? -
- Si ¿Qué sabías de este lugar antes de venir? -
- Bueno no mucho, encontré un papel pegado a un poste de luz, el de afuera de la casa de Doña Rosita diciendo que estaba en alquiler. -
....
- ¿Abuelo? -
...Mi'ja se que hay muchas cosas que no te conté de mi vida, pero necesito que ahora me hagas caso sin chistar. Agarrá tus cosas y salí de acá. -
- ¿Abuelo? ¿Qué pasa? Se que todos decían muchas cosas de Rosa en el barrio pero vos te llevabas bien con ella, no? -
...- Perdón, Mi'ja.- Corré. -

ESTÁS LEYENDO
Historias cortas
Short StoryHistorias fantásticas no tan fantásticas de todos los días.