Las últimas cinco noches de su vida en ese apartamento habían sido una interminable pesadilla de ruidos sin procedencia, muebles que se mueven solos y reflejos de sombras sin cuerpo a la vista.Esa última noche, en medio de una habitación desamueblada, con todo vidrio, espejo y cualquier reflejo cubierto, se sentó en el piso de madera del apartamento a rezar una plegaria (aunque, para ser honestos nunca había hecho ninguna) y cerró los ojos deseando con todas sus fuerzas que ese sonido de pasos acercándose fuese solo su imaginación.
Los pasos cesaron.
Se recluyó rápidamente a un rincón de la habitación e, intentando no escuchar o pensar que pasaría a continuación, se atrevió a encender un cigarrillo, al mismo tiempo que veía como la llave del conducto de gas de la cocina caía a su lado.
El último mueble que quedaba en la habitación...
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Historias cortas
Короткий рассказHistorias fantásticas no tan fantásticas de todos los días.