Manías

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Mientras leía tranquilo en el pequeño café de la esquina viendo pasar a la multitud, sus pensamientos se desviaron de la lectura y comenzó a reflexionar...

"Morder es una cosa, masticar otra, pero a veces siento que intento hacer las dos con mis propios labios. Pero no es algo que pueda evitar, ¿o sí? Tal vez sí, si realmente lo quisiera... No lo sé.

Tal vez el pensar más y más y más y más solo lo hace peor porque... Ay no! Ahí viene otra vez, ¿Querrá preguntarme algo como hace un momento? Su cara de preocupación parece indicar que sí, ¿De donde vendrá esta sangre? Ay por favor solo vete, porque no le preguntas a alguien más..."

Se estaba preguntando todo esto mientras una muchacha algo alarmada se posaba a su lado. Dejando el libro a un lado, se dispuso a escuchar sus palabras, al mismo tiempo que se desprendía lo que quedaba de sus labios, pensando:

"Lástima que ya no pueda responderle..."

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