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La misión era llevar el arca que contenía el sintezoide a Tony, Pietro junto a Natasha logró sacarla de aquél camión, ambos saltaron hacia el quinjet, la pelirroja iba arriba del arca abrazada a esta, Pietro se lanzó sujetando la pierna de Natasha por unos cuantos segundos, ya que su pie fue agarrado por Ultrón, el trató de liberarse pateandolo pero sintió un fuerte dolor en su pie derecho, la mano metálica había apretado con tanta fuerza que fracturó su pie, debido al dolor el omega se sintió mareado y poco a poco cerró los ojos.

Pietro abrió los ojos el lugar se veía oscuro, había una cadena en su pie izquierdo como si no fuera suficiente la fractura de su derecha, observó el lugar, era como un sótano.

— Despertaste. —Dijo aquella voz robótica.— No entiendo porque ustedes se aliaron con Stark despues de lo que les hizo. —Se acercó más a las rejas.— Mira que dejarlos huérfanos.

— Tony no fue el que disparó el misil.

— Pero él lo diseñó.

— Hay cosas que fueron diseñadas por su padre y hay transacciones de las que él no tenía ni idea.

— Son solo excusas para justificarse, por personas como Tony Stark es que este mundo esta condenado, es como una infección que daña lo que está sano...

— Hay personas mucho más malas que Stark. —Dijo Pietro.

— Por eso voy a eliminarlos, limpiaré esta ciudad.

— Pues te deseo suerte, porque hay mucho por limpiar. —Respondió Pietro.— Talves lo logras antes de que venga mi alfa a patearte el trasero.

— ¿Con un arco y una flecha? —Dijo con burla.— ¿Qué es lo que hará?

— Talves hacer volar tu cabeza de nuevo. —Mencionó retadoramente.

— Eso ya lo veremos.

Pietro retrocedió en el momento que el robot que estaba enfrente de él fue atravesado, mostrando ahora uno mucho más grande, este se dio la vuelta dejándolo en aquel oscuro lugar.

El omega perdió la noción del tiempo, no tenía idea cuántas horas habían pasado, pero tenía mucha hambre, su pierna dolía mucho más, luego escuchó un ruido metálico cayendo al suelo, percibió aquél aroma que indicaba lo preocupado que estaba el alfa, luego lo vió ahí frente a él.

— ¿Ya te he dicho lo lento que eres?

— No todos podemos ir a tu ritmo, niño.

— Odio que me digas niño y lo sabes.

Una risita se escuchó de parte del arquero quien luego abrió aquellas rejas para después disparar una flecha hacia la cadena provocando una leve explosión, se acercó al menor y lo abrazó, olfateando su cuello, después lo cargó en sus brazos.

— ¡Oye espera, puedo caminar! —Dijo el omega avergonzado.

— Tu pie está lastimado.

— Si pero solo uno, no tienes porque cargarme, tengo dignidad. —Respondió, el arquero suspiró y lo bajó, colocó su mano en la cintura del chico mientras este rodeó sus hombros con su brazo.— Así está mejor.

Ambos subieron las gradas, habían varios robots eliminados, al salir afuera se toparon con la batalla campal, eran cientos de robots luchando contra los vengadores.

— Debes ir a luchar. —Mencionó Pietro.

— No, mi objetivo principal es sacarte de aquí.

— Hay civiles.

— Los demás se harán cargo, primero te pondré a salvo y después...

— Clinton. —Pietro lo volteó a ver con seriedad.

Otra dimensión. (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora