Enamorado de sus cicatrices.

Capítulo 19: Perdiéndola

Federico POV:

- ¡¿Qué?!- exclamamos Daniela y yo al mismo tiempo luego de que Lauren terminara su relato.

- Si, así es- susurró ella lamentándose- me lo contó Nicole hace dos días, antes tampoco sabía.

- ¿Luego de eso Lautaro le pidió perdón?- preguntó Dani.

- Él ni siquiera lo recordaba. Si no fuese por Nicole y por una de las muchas cámaras de seguridad que hay en mi hogar, hasta ahora no lo recordaría.

- Es un idiota- fueron las únicas palabras que el enojo me dejó pronunciar.

- Lo sé- admitió Lauren- el sigue emborrachándose y drogándose hasta ahora, quien sabe lo que es capaz de hacer.

- ¿Nicole aun después de eso lo sigue queriendo?- Daniela no podía comprender.

- Nicole es como un ángel, no puede odiar ni guardarle rencor a nadie. Ni siquiera odia a su hermanastro luego de que...- rápidamente Lauren abrió sus ojos y se calló.

- ¿Luego de que Lauren?- la curiosidad me carcomía hace mucho sobre este tema.

- No, nada- dijo rápidamente.

La tarde pasó de manera veloz, con los consejos y chistes de parte de ambas de mis amigas. Las dos me habían ayudado mucho con el tema de Nicole, y más aún con el de Sofía. Aún seguía sin entender la actitud que había tenido hoy, al verla de nuevo. Solo esperaba que haya sido solo por ese instante, sino las cosas se complicarían.

Al día siguiente...

Me desperté con el sonido de mi madre llamándome, porque alguien me esperaba abajo.

Un poco adormecido, me encaminé a mi baño privado, donde me lavé y me vestí con ropa decente,dejando mi pijama a un lado.

Bajé con lentitud las escaleras, para encontrar a mi madre frente a la puerta, dándose la vuelta al escuchar mis pasos y mirarme con una cara disgustada. Al llegar al lado de ella, supe la razón de su expresión: Sofía estaba del otro lado del umbral.

- ¿Podemos hablar?- preguntó con inocencia mientras agitaba su cabello de una manera exagerada.

- Supongo- dije un tanto dudoso mientras salía hacia mi patio delantero, dándole a mi mamá una mirada de "ya que" encogiéndome de hombros antes de sentarme en una de las sillas que poseíamos afuera. Sofía imitó mi acción en una silla frente a la mía.

- Dani me contó sobre la tal Natalia y de tu trío amoroso- oh no. Primero mi mamá y ahora mi mejor amiga ¿alguien más quiere traicionar a Federico?

- Primero, su nombre es Nicole. Y segundo, tú no debes meterte en ese asunto- respondí secamente. No estaba de ánimos para hablar del tema.

- Solo quería decirte que esa niña es una tonta por dejarte ir bombón- Sofía dio caso omiso a lo sensible que me ponía la situación y continuó con su parloteo - ¿Por qué sigues esperándola?- preguntó acercándose a mi desde su silla, moviendo la corta falda que tenía, desviando así mi atención dos segundos. Debía enfocarme, no permitir que ella me controle.

- No es tonta. Y si, la esperaría toda mi vida porque la amo- dije sinceramente, con total seguridad en cada palabra.

- Ay mi vida- suspiro ella como si fuese una tontería- si ella no te aceptó, es por que prefiere al otro. ¿O crees que si te quisiera a ti no hubiese dudado? - las palabras de Sofía retumbaban en mi cabeza, haciéndome pensar de una manera diferente al respecto.

-No creo, él la lastimo, ella no puede quererlo- más que a la pelinegra, me lo estaba diciendo a mi mismo, tratando de convencerme de aquello.

- Las chicas somos así, elegimos al que nos lastima al parecer. Vamos, si ella no te valora - dijo acercando su silla aún más a la mía- yo estaré aquí para hacerlo- sus labios se movían lentamente y cedí a la tentación de observarlos.