Lies. -Niall H.-

Capitulo 7.

-Hola –respondí al teléfono, aunque la otra línea estaba completamente en silencio. -¿Hola? –llame de nuevo, pero solo se escuchaba una suave respiración.

-Te lo diré una vez perra, aléjate de ese par de chicos si no quieres tener tú...

Corte la llamada con la respiración agitada. Tenía que bloquear ese número si no quería volver a recibir llamadas de él. No cambiaria mi número de vuelta.

Niall me miro divertido y le levante el dedo medio. Mire hacia ambos lados y recargue mi cabeza en el asiento de la camioneta. Mordí mi labio. Como pinches putos que somos nos quedamos en el after party hasta más allá del amanecer, cuando nos sacaron a la fuerza. Ahora íbamos solos por las calles de Sídney, en una camioneta donde el único sobrio era el conductor.

-Es curioso que uses un vestido rosa pálido cuando tienes una fuga entre tus piernas –se burló.

-Es curioso que uses pantalones ajustados cuando tienes algo entre las piernas –reí-... o tal vez no tengas nada.

-No juegues con fuego niña

-Niña –me burle-. Soy todo menos una niña.

-Si no fueras un banco de sangre andante te cogería aquí mismo.

-Bueno, probablemente yo igual, pero te tiraría desnudo por la calles de Australia.

-Es Australia querida, hace un calor de mierda.

El conductor hizo un sonido indicándonos que habíamos llegado al hotel.

Me baje primero, recibiendo una nalgada de Niall, el cual me siguió de cerca. Dio un suave roce a mis labios y luego se alejó atravesando la recepción rumbo al elevador.

-Se me antojo –rio.

Cuando lo alcance puse mi mano sobre su entrepierna y le sonreí ladina mientras su respiración se volvía irregular.

-Se me antojo –le dije encogiéndome de hombros.

-Probablemente "se me antojo" sea nuestro para siempre.

-No salgas con mamadas Horan –me queje.

-La única que saldrá con mama...

Una pareja subió con nosotros al elevador y a la chica se le tintaron las mejillas sonrosadas al ver a Niall. Le susurro algo al chico que se giró a mirarnos. La basura de ser famoso, estar ebrio y en un hotel muy concurrido.

-¿Po... podría tener una foto contigo, Niall? –pregunto la chica tímida.

El tomo el iPhone de las manos de la pobre mujer y se tomó una foto haciendo rostros raros.

-Rompiste la cámara Horan, le debes un iPhone 6 a la chica –me burle.

-Tranquila Mitchells, la chica me respalda.

-Mi trasero me respalda.

-¿Quieres hablar de tu trasero?

-No gracias, no me apetece hacer eso contigo.

La chica miro al chico y el flash de sus cámaras me cegaron momentáneamente.

Niall los miro mal pero pronto nos detuvimos en la planta donde se supone deberíamos bajar. Mi habitación era la 356 pero no me dirigí hacia allá.

Camine tras de él, el cual ni siquiera se molestó en reclamar que me quitara los tacones en su espacio tras la puerta, así que me tome la libertad de recostarme en su cama mientras estaba en el baño.

-¿Qué verga Mitchells? Muévete –me reclamo al salir.

-Ni de coña, no recuerdo donde tengo mi llave así que te jodiste güera.