Apague la televisión luego de ver por cuarta vez el especial de la última entrevista de Niall. Yo tenía dos entrevistas para el viernes.
Después de lo que Niall había dicho en aquella entrevista me tenía con el alma pendiendo de un hilo. Por un momento, solo por un momento pensé, creí, sentí, que Niall sentía lo mismo que yo, la misma sensación en los pulmones cada vez que lo veía en las mañanas.
-¿Te has imaginado tener hijos? –me pregunto, mientras acariciaba mi cabello enmarañado.
Pensé lentamente un momento, luego lo mire. Tengo que ser sincera.
-No. Nunca lo había pensado, pero ahora puedo comenzar a hacerlo –el asintió lentamente-. ¿Y tú? ¿Qué hay de tener hijos para ti?
-Sí, supongo que sí. Después de conocer a Theo y tenerlo en mis brazos por primera vez me di cuenta de que realmente necesitaba uno de esos un día lejano –hizo una pequeña pausa, divagando en sus pensamientos mientras miraba fijamente al techo. Esta vez fui yo la que se puso a jugar con su cabello, mientras mi otra mano descansaba en su pecho-. Aunque yo quisiera una niña.
-Aaliyah –dije instantáneamente mientras él se giraba a verme.
-¿Qué? –pregunto curioso mirándome fijamente.
-Cuando conocí a Shawn y me dijo el nombre de su hermana, Aaliyah, por un momento pensé que es un nombre hermoso, y que sin duda si algún día tenía una hija querría que se llame de esa manera.
-Aaliyah, es un lindo nombre. Aaliyah Horan.
-Nunca dije que quisiera que mi hija fuera tuya.
Ambos reímos y el coloco su cuerpo sobre el mío y comenzó a besarme. La sonrisa se difumino con el beso, mientras tiraba se su cabello e intentaba unirnos en una pieza.
Porque muy pronto todo esto estaría por terminar... y muy mal.
-Tranquila, si intentas comerme te pueden arrestar –Niall bromeo y regreso a su lado de la cama, dejando una de sus manos en mi estómago.
Su respiración comenzó a relajarme, y fue entonces cuando su mano comenzó a descender por mi estómago. Reí un poco y el sujeto lentamente mi cabello, quedando en una posición extraña.
Bajo su mano hasta meterla entre mi ropa y mi piel, y la otra hizo una pequeña coleta con mi cabello.
-Las reglas son que tienes que ser completamente sincera.
Metió sus dedos en mi zona sensible
Tiro lentamente de mi cabello mientras sus dedos hacían movimientos circulares.
Mi espalda se arqueo lentamente mientras sus labios se entreabrían para preguntar algo de lo que no soy consciente.
[...]
Niall se estaba duchando. Tome mi celular y me metí en la habitación de limpieza. Me senté sobre la lavadora y comencé a llamar.
Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Cuatro tonos. Una voz.
-¡Jenna, nena! –La voz femenina amenazó con romper mis tímpanos.- ¿Me llamas para reclamar el premio?
-No Sophie, te llamo porque quiero acabar con todo esto.
-¿Por qué cariño? Ya lo lograste, más rápido de lo que pude apostar, pero lo hiciste.
-Sophie, no quiero nada más, él es suficiente.
-Pero, ahora que lo conoces, ¿te crees suficiente para él? ¿No crees que es demasiado para ti? –Hubo una pausa en la línea y su suspiro inundo el lugar. Mis hombros cayeron. No, no soy suficiente para el.- Jenna, cariño, te adoro, y ganaste por lo limpio, pero ambos sabemos que tu alma es demasiado oscura para él. Acéptalo nena, eres una zorra.
-Hablando de zorras, ¿por qué se lo dijiste a alguien más?
-¿Por qué le contaste a Shawn?
-Shawn es de confianza, Elena no.
-Shawn será de confianza, tu no. Además, yo también necesitaba mi respaldo. Sera interesante ver lo que sigue, Jenna nena.
Corto la llamada mientras sentía la sangre abandonar mi rostro. Ella no le iba a contar a nadie porque esto con Niall. Prefiero ser una asesina a perderlo.
Bueno, no, pero si puedo desprestigiarla lo suficiente. Me quede un momento más sobre la lavadora hasta que se me conectaron las pocas neuronas que me quedan.
Encendí la lavadora y esta comenzó a llenarse. Me estire por una caja de jabón en polvo y deje caer el contenido completo en la lavadora, ¿cuánto era? ¿Dos kilos? ¿Tres?
Y comenzó a lavar la nada. El jabón se consumía en un poco de agua...
Me recargue en la lavadora y me deje caer hasta el suelo poco a poco. El rubio no tardaría en bajar.
El jabón en forma de espuma comenzó a resbalar y mojarme la espalda y el cabello.
"Jenna, Jenna, ¿dónde estás pendeja?"
La voz de Niall comenzaba a escucharse por los pasillos, eclipsada por el sonido de la lavadora en acción. Sus pasos parecían escucharse a través del agua –y tal era porque literalmente sucedía de aquella manera-, hasta que llego lo suficientemente cerca. Probablemente a cinco pasos de la puerta que los dividía.
-Jenna, ya te he dicho que la ropa la lava la chica de limpieza mañana –abrió la puerta y me miro desde arriba, su cabello rubio despeinado y mojado, las raíces más castañas que de costumbre y las puntas aferrándose a la piel de su frente. Sus mejillas estaban coloradas y sus ojos azules reflejaban toda la luz de la habitación como si irradiaran vida- en la mañana...
Lo mire y los extremos de mis labios se curvaron hacia arriba. Parecía un pequeño niño mirando a un joven hacer algodón de azúcar fuera del colegio, esperando que un poco llegara a sus manos.
-Buscaba una forma nueva de darme una ducha. Juro que pagare el jabón.
Rodo los ojos y camino hacia mí. Se deslizo a mi lado y puso su mirada en un punto en la pared.
-Te enfermaras y saldrá peor que te mejores a tu nuevo sistema de ducha express.
Me miro de nuevo y lance un poco de espuma contra su rostro. Reí y el no tardo en seguirme.
Y pronto ambos estábamos lanzando espuma como si de nieve se tratara. La lavadora dejo de trabajar, pero el lugar ya estaba lo suficientemente lleno como para llevar nuestra pelea al resto de la casa.
Resbalamos por las escaleras que llevaban al jardín de la entrada y caímos. Mi espalda se golpeó duramente contra un escalón y Niall cayó a mi lado.
Me incline para besarlo y lentamente su mano en mi cadera me fue empujando hasta quedar justo encima de él, cada una de mis piernas a un lado de su torso.
Paso sus manos a mis caderas y lentamente bajo mi cuerpo hasta encajar con el suyo como dos piezas de rompecabezas. Sentir mis mejillas arder como si acabaran de tocarlas con fuego, y lo vi contener la respiración, mientras la sensación del agua fría que empapaba nuestra ropa se marchaba remplazada por el calor de su cuerpo contra el mío.
A veces me gusta imaginar que cuando piensa en mí, tiene la misma sensación en su recuerdo, que cuando nuestros cuerpos se tocaban una lluvia de sensaciones llegaban a inundarnos. Era como ahogarse y al mismo tiempo sentirse lejos del agua, como quedarse sin respiración y tener los pulmones llenos de oxígeno.
Así se sentía estar con Niall, era como vivir y morir al mismo tiempo, respirar carbono únicamente, beber algún cloro... Era un dulce veneno que se mezclaba en tu sangre y no podías quitar.
Se supone que mientras avanzaba el tiempo que pasábamos juntos, esa sensación se volvería normal y no me sorprendería en lo más mínimo, pero no fue así, se volvía cada vez más intensa, cada vez me tomaba más por completo.
Lentamente baje mi rostro hasta el suyo, nuestros pechos chocando. Bese lentamente sus labios, y cuando me separe de ellos, me quede a milímetros, como una simple caricia.
-¿Qué voy a hacer sin ti la próxima semana? –pregunto.
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Comentarios si quieren saber que paso conmigo estos 21 días para putearme

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Lies. -Niall H.-
Fanfiction"-Así que tu novio es Niall Horan ¿cierto? -pregunto la conductora del programa. Sonreí hacia la cámara y mordí mi labio, asegurándome de que el sonrojo se extendiera por mis mejillas. -Si -respondí segura. -Bien, tal parece que tenemos a la primera...