Lies. -Niall H.-

Capitulo 31.

El olor a panquecillos inundo mi nariz.

Me desperté lentamente mientras el olor se hacia mas intenso. Era dulce y... me senté. Mi estomago estaba haciendo un sonido desagradable a causa del hambre.

Llevaba puesta la camiseta de Niall aun, pero este ya no estaba en la cama.

¿Me había escuchado? ¿estaba molesto? ¿busco a Sophie? No, a Sophie no, por favor, tengo que ser yo la que se lo diga... no puede ser nadie mas.

Camine descalza por el pasillo. Se escuchaba ruido en la planta baja de la casa, y baje lentamente los escalones.

-You and me, got a whole lot of history, we can be the greatest thing that the world that's ever seen, you and me got a whole lot of history...

Niall estaba cantando metido en el cuarto de lavado. Camine lentamente hacia dentro cuando el se giro, y en un movimiento, me encontraba contra la pared fría y su cuerpo.

-No quise despertarte hace un rato, parecías dormir muy cómoda. Pero, acaban de traer mis trajes de la tintorería y serias muy amable si me ayudas a elegir que usar hoy en la fiesta de tu secundaria.

-Lo había olvidado. Por supuesto...

-Jenna –su voz se volvió un poco mas sombría-, ¿estas bien? Luces un poco distraída.

-Ayer –el silencio se apodero de la habitación y me obligue a respirar-... ¿Qué es lo ultimo que recuerdas de ayer?

-Que dijiste que hacíamos la vida de las personas especial y listo... ¿debería recordar algo?

Parpadee. El muy cabrón se había quedado dormido desde mucho antes.

-No, esta bien. Así que estas listo y yo no, no se como sentirme al respecto.

-Simplemente piensa que mi ingenioso sentido del humor nos entretendrá un largo rato.

-Al menos es el tuyo y no el de Harry.

-¿Puedes dejarlo en paz? Dejo la escuela a una edad muy temprana.

-Tu igual –reí y pase frente a el mientras regresaba arriba con el pisándome los talones.

-Yo soy un año mayor, solo para que conste.

Llevaba su ropa colgando en un gancho que atoro en su brazo, mientras me perseguía por el pasillo hasta entrar en su habitación.

-Elegiste sin mi.

-Realmente solo tome un traje negro y camisa blanca y dejare que seas tu la que brille.

-Te amo.

Me puse de puntas y le di un beso, rápido y sin pretensiones. El se agacho, paso las manos por mi cintura y beso lentamente mis labios.

No estoy segura de haberle dicho eso antes, pero pareció emocionarlo.

Me estrecho aun mas contra el, pero no para provocar, sino para unir. Podía sentirlo a través de la delgada tela que nos dividía, y podía sentir su corazón acelerado contra el mio.

-Yo te amo, Jenna, lo hago también –me beso de nuevo, solo que esta vez lo termino con mayor rapidez-. Solo que el baño es mio. Hay panquecillos abajo, si tienes hambre.

Se echo a correr y no lo intente alcanzar. Me desplome sobre la cama sintiendo mi corazón acelerarse. Dijo que me ama. ¿Cuántas personas me han dicho eso antes? Mi madre solía hacerlo, pero ya no esta. Charles lo hacia, pero no cuenta. Cameron siempre dijo que me adoraba, nunca que me amaba. Me lo dijo mirando mis ojos, con sus labios abrazando los míos. Lo dijo...