Capítulo 2

375 27 10
                                    

Suleyman se dispuso a pensar en el reto del harén, pensó en convivir con su amigo una semana y no le parecía nada mal. Al contrario, le interesa, ya de por si estuvo toda su adolescencia con él chico de Parga, pasar con el una semana no seria nada del otro mundo, y no pasaría nada del otro mundo.

Su vínculo de amistad siempre fue Sumbul y ahora Nurhan, esos chicos son el agrado de Suleyman, porque son muy alegres y por que son parejas, claro.

Pero sobre todo su amigo visir, Ibrahim Paşa. Aquel chico que es distinto a él, el chico violinista y de actitud seria y normal.

Lo conoció en Parga y ahora son amigos que nunca, y eso le agradaba a Suleyman.

En su interior y luego de 3 años, sentía algo raro cuando el estaba cerca del visir, sentía nervios y un estómago encogerse.

Ibrahim le robaba sonrisas a Suleyman, pensaba que era algo idiota pero no podía negarlo. Pero tal vez solo eran cosas de el, así que trató de ignorarlo.

Ahora Suleyman estaba pensando en que llevar para sus vacaciones, el tenia las cosas y luego se ponía hablar con el visir hasta aquella semana.

Apareció rápidamente por las puertas, llevaba con él una maleta normal que caracterizaba a Ibrahim. Su cabello castaño bien peinado, su pantalón de algodón y una sudadera en su lugar para comenzar el viaje, cuando el se acercó este se apresuro para salir del auto.

— Sultan. –el chico de Parga sonrió e hizo una reverencia– ¿Esta listo para esta semana de vacaciones?

— Claro, super listo. Yo adoro pasar las vacaciones y más con este reto.

— Si, pero... —el visir se acercó al sultán y se dispuso a mirarlo— hay que ser pareja y se tiene que convencer que lo somos, si no se acaba el juego Suleyman.

— Y será creíble, Ibrahim.

— Si, señor. El sultán Suleyman el magnifico, hijo de Selim I y de Hafsa Sultan, la madre sultana del palacio. Sultan de 40 años pero más de imperio.

Sultán que le gusta escribir en árabe y crear joyas, de ser fiel al Islam y de ser un león en la lucha.

— Vaya Ibrahim, ¿todo eso has aprendido de mi?

— Así es, Sultán. ¿Y tu que sabes de mi?

— Pues, eres de Parga, en Grecia. Cerca de la ciudad de Venecia, sabes hablar árabe, español e italiano. Tocas increíblemente bien el violín, te gusta la poesía y las esculturas grecorromana, también el arte y sobre todo eres un gran e importante visir en el imperio otomano.

— Genial, ¿hace cuanto nos conocimos?

— Fuimos amigos en la juventud cuando era yo un príncipe y desde ahí primero fuimos amigos y ahora somos pareja.

— Muy bien y ya llevamos un año siendo pareja. —dijo Ibrahim sonriendo mientras miraba a Suleyman, el sultán sonreía y arrugaba los ojos donde se le formaban las patas de gallo, también dejaba ver esos ojos verdes y esa linda sonrisa.

Ibrahim pensó y reía, este trabajo no parecia tan malo, pasar una semana proclamando el amor de Suleyman, parecía bastante fácil. Pero Ibrahim no tenía ni idea en qué se había metido.

𝗨𝗡𝗔 𝗦𝗘𝗠𝗔𝗡𝗔 | Ibrahim & Süleyman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora