A través de los años (Jenlisa)

Capítulo 16: Veinte Años

Capítulo 16: Veinte años

Fue durante el segundo año que su chica pasó en la Universidad cuando lo decidió. Ella llevaba más de un año y medio trabajando en el taller familiar y podía permitírselo y era hora de permitírselo. Estaba cansada de responder a las preguntas de curiosa de su madre, de tener que pelearse por el control de la televisión cada vez que quería ver algo y, sobre todas la cosas estaba cansada de Jackson en su conjunto. Quería un sitio suyo, quería independencia en intimidad para ella y para Lisa.

Planeaba sorprender a su chica, sería como tener una casa del árbol pero a lo grande y una en la que Jackson y sus amigotes no pudieran entrar a soltar lombrices. Seguro que a la pelinegra le gustaba la idea de que ella tuviera su propio piso, siempre protestaba porque no tenían un lugar en el que poder estar a solas los fines de semana que ella iba de visita y nunca lo habían tenido en aquella ciudad y se las habían arreglado más o menos bien.. aprovechando los momentos en los que una de sus casas estaba vacía y los asientos traseros de sus coches, pero tras un año de tener un lugar para ellas solas en Busan ambas echaban de menos algo parecido en su propia ciudad. Y ella, Jennie Kim, estaba a punto de solucionar el problema.

Y se pasó semanas visitando pisos, posibles candidatos. Le costó un mundo que no se le escapara nada delante de Lisa cuando estaban juntas pero al final consiguió mantenerlo como un secreto hasta las vacaciones de Navidad. La pelinegra volvía a casa por un par de semanas y ella había encontrado el lugar perfecto. Era exactamente lo que estaba buscando y para cuando Lisa llegó un par de días antes de Navidad, era suyo si lo quería. La agente inmobiliario era amiga de Chaerin y de Richard de modo que le había dejado las llaves para que pudiera enseñárselo a Lisa. Era muy importante que la pelinegra le gustara también, después de todo esperaba que pasara mucho, mucho tiempo allí con ella.

Aquellas Navidades fueron especiales, sonaron como el inicio de una nueva etapa de la vida de ambas.

Lisa y Jennie a los veinte años

Iba a volverse loca. Loca! Iba a matar a alguien, iba a matar a su propia madre como no dejara se reproducir "jingle bells" en la cadena de música del salón por si alguien no se había enterado de que era Navidad. Había perdido la cuenta pero creía que era la vigésima vez que aquel villancico resonaba por la casa de los Kim.

Si bueno, estaba un poco de mal humor. Por qué? Pues porque era la mañana de Navidad y no había podido ver a su novia, ni darle su regalo aún. Lisa se levantaba en casa de los Manobal y ella en la casa de los Kim. Y era muy triste levantarse la mañana de Navidad en casa de los Kim porque, ella y Jackson ya eran mayores, pero Chaerin seguía insistiendo en fingir que realmente papá Noel bajaba por la chimenea y que era él quien le había regalado aquel Jersey tan horrorosamente feo. Richard evidentemente le seguía el juego y al final todos acababan de rodillas bajo el árbol decorado abriendo sus regalos y escuchando a Chaerin preguntar con cada uno de ellos como papá Noel habría sabido que era exactamente aquello lo que querían. En el fondo era entrañable de un modo algo extraño.

Lo único que la animaba un poco era que los Manobal irían a comer a su casa, siempre comían juntos el día de la Navidad. Sus padres, Jackson y su abuela y los padres y los abuelos paternos de Lisa, los únicos que le quedaban. Solían volar desde Bangkok para pasar las Navidades allí. Así que la llegada del clan Manobal era inminente y ella se preguntaba que le habría comprado Lisa en aquella ocasión. Comenzaba a ser difícil hacerse regalos porque eran ya seis años de aniversarios, cumpleaños y Navidades... se le agotaban las ideas. Aunque fuera cual fuera su regalo a Lisa siempre le hacía la misma ilusión. Era una de las cualidades más adorables de su novia, la facilidad que tenía para ilusionarse con cualquier pequeña cosa.

Percibió el sonido del timbre y escuchó los animados saludos que estaban siendo intercambiados abajo mezclados con los "Felíz Navidad Jo, Jo, Jo" que Jackson no dejaba de repetir desde que se había levantado aquella mañana. A veces su hermano era un poco ridículo.