A través de los años (Jenlisa)

Capítulo 5: Nueve años

Capítulo 5: Nueve años

La casa del árbol. Le encantaba la casa en el árbol. Richard y Marco la habían construido cuando ellas tenían ocho años y la habían convertido en su cuartel general, en su escondite, en su refugio. En teoría era suya y de Lisa. En teoría. Jackson y sus amigotes la invadían constantemente y les robaban cosas. Una vez incluso soltaron cientos de lombrices en el suelo de madera, solo para molestarlas. Puaghh... niños de once años. Que inmaduros! Y por supuesto, Lisa se había negado a poner un pie allí hasta que no hubiese desaparecido hasta el último espécimen. No es que una soplona este bien o que sea algo de lo que estar orgullosa pero Jennie se lo había contado a sus padres y Jackson se había quedado castigado una semana entera sin poder montar su bici. Ja! Toma esa retrasado!

Wow... que cantidad de recuerdos le traía aquella casa de madera en lo alto de un árbol. Estaba situada en la parte de atrás de su casa y se accedía a ella trepando por seis tablas clavadas en el tronco. No era muy, muy grande pero tenía dos ventanas y todo y espacio más que suficiente para Lisa y para ella.

Allí llevaban el chocolate y demás dulces que robaban de sus casas o los pequeños tesoros que se encontraban por la calle y que sus padres no les permitían tener porque decían que sólo eran basura.
Basura! Sus tesoros!?

Allí se reunían para contarse los más oscuros secretos, para planear su siguiente travesura o simplemente para estar la una en la compañia de la otra. Unas dos semanas después de haber inaugurado su nueva propiedad Lisa la había llenado de cómics viejos que había encontrado en el ático de su casa. Habían sido de Marco. Habían sido, en pasado.
Podían pasarse horas allí arriba, hablando y leyendo los cómics. Espiando a Jackson y a sus amigos mientras jugaban al escondite entre los árboles y delatando el lugar donde el moreno se encontraba escondido fastidiandoles el juego.
Buenos tiempos.

Habían pasado muchas cosas en aquella casa del árbol, muchas buenas y algunas no tan buenas. La primera vez que Jennie recordaba haber tenido miedo de verdad había sido en aquella casa de madera. Cortesía de Jackson, Como no? Y Lisa también estaba allí como no? En todos los momentos de su vida Lisa estaba allí a su lado y también había pasado miedo... por Dios, habían estado sin dormir casi tres noches seguidas después de aquello. Pero, ahora, dieciséis años después, lo recordaba y sonreía porque era una más de las experiencias que Lisa y ella habían compartido y todas y cada una de ellas les habían llevado a terminar así, como lo habían hecho.

Lisa y Jennie a los nueve años

Dos semanas enteras con Lisa! Si! Dos semanas enteras con Lisa! Marco y Chitthip la habían dejado al cuidado de Chaerin y Richard mientras ellos visitaban algunas capitales europeas en unas merecidas vacaciones. Y era verano! No tenían clases lo que significaba que podían pasarse el día entero jugando. Las mejores vacaciones de la historia.

En aquellos momentos se encontraban gateando por el césped del jardín de su casa en busca de un trébol de cuatro hojas. Chaerin les había encomendado aquella tarea cuarenta y cinco minutos después de que ellas empezaran a preguntarle repetidamente que podían hacer aquella tarde. Buscar un trébol de cuatro hojas era una misión extremadamente difícil. Ya habían avisado a la mujer de que, en caso de encontrarlo, se lo quedarían ellas. A su madre no parecía haberle importado mucho. Le debía sobrar la suerte.

Casi una hora. Llevaban casi una hora rebuscando entre el césped en busca de aquel amuleto mágico. Lisa había dado la voz de alarma como cinco veces y el corazón de Jennie se había acelerado notablemente solo para volver a su ritmo normal al darse cuenta de que su amiga parecía no saber contar hasta cuatro.

- Jennie! Lo he encontrado! - exclamó de nuevo la pelinegra hiper excitada.

Esta vez su corazón no se aceleró, había llegado a la conclusión "ver para creer" y se acercó al lugar donde Lisa se encontraba a cuatro patas agachandose junto a ella.