Capítulo 4: Ocho años

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Capítulo 4: Ocho años

Siempre había estado ahí para ella, siempre. Cuando se conocieron Lisa le había dicho que las mejores amigas jugaban juntas, se sentaban juntas en clase y se contaban secretos. Era el concepto del término "amistad" para los niños de cinco años. Poco a poco Jennie había ido dándose cuenta de que la amistad no sólo era eso. La amistad era mucho más, al menos la suya con Lisa lo era. Incluso cuando una de las dos no quería jugar porque estaba enfadada o triste la otra se quedaba a su lado, tratando de hacerla reír inventándose historias tontas y casi siempre lo conseguían.

Le debía eso a Lisa, bueno, le debía tantas cosas a Lisa que no podría enumerarlas todas. Habían descubierto juntas lo que era la amistad y entre las dos habían construido la mejor amistad del mundo. Era una de esas que sabes que va a durar para siempre, de esas que hacen que nunca jamás te sientas sólo porque sabes que ella está ahí. Eso le había dado Lisa, Lisa estaba ahí todo el tiempo. Con ella. Como aquella vez que la clase había planteado una excursión al parque de atracciones y todos los niños estaban extremadamente emocionados y Lisa no había dejado de hablar de las ganas que tenía de montarse en todas y cada una de las atracciones. Llevaba una semana enumerandolas. Y de repente a Jennie la habían castigado sin ir a la exclusión por un desafortunado incidente que incluía una pelea con Jackson durante el día, y unas tijeras y el pelo de rata de su hermano durante la noche. Qué?! Había quedado muy guapo! Total... que Chaerin y Richard la habían dejado sin excursión. Se quedaría en casa ese día.
Lisa se lo había tomado incluso peor que ella misma y se había negado rotundamente a ir si Jennie no la acompañaba.
Naturalmente Chitthip y Marco habían insistido diciéndole que habría muchos más niños y que iba a pasárselo igual de bien. En que planeta vivían Chitthip y Marco? Lisa no lo sabía con exactitud pero desde luego en uno muuuyyyyy alejado de la realidad. No iba a pasárselo bien sin Jennie pero sus padres iban a obligarla a ir. Así que había provocado su propio "incidente". El " incidente"de Lisa había tenido que ver con el jarrón favorito de su madre y la guitarra favorita de su padre. Resultado: castigada. Ninguna de las dos iría a la excursión y las cosas habían salido rodadas porque Jennie iba a quedarse en casa de sus abuelos aquel día, ya que Richard y Chaerin debían trabajar, pero a última hora había surgido un imprevisto con sus potenciales niñeros y la pequeña Jennie había sido acogida en casa de Lisa. El mejor castigo de todos lo tiempos.

Mejores amigas para lo bueno y mejores amigas para lo malo.

Lisa y Jennie a los ocho años

Lisa avanzaba de la mano de su papá hacia la casa de su mejor amiga. Todo el mundo estaba muy serio y se habían vestido como si fuera domingo y no era domingo, era viernes. Ella estaba muy preocupada, mucho, Jennie no había ido a clase. Le había preguntado a su mamá donde estaba su mejor amiga nada más salir por la puerta del colegio y Chitthip le había explicado que se había quedado en casa aquella mañana porque estaba muy triste porque su abuelito se había muerto.

El abuelito de Jennie se había muerto. Ella no entendía muy bien que significaba aquello, sabía que cuando la gente se moría se marchaba al cielo pero tampoco entendía como podía ser eso. El cielo estaba muy alto. No creía que hicieran escaleras así de altas o a lo mejor sí. A lo mejor tenían escaleras especiales. Lo que sí entendía era que cuando alguien se moría la gente se quedaba muy triste porque cuando alguien se moría ya lo le veías más ni podías hablar con él ni nada de nada.

Sus papás se lo habían explicado un poco cuando se murió su perro Love. Un coche lo había atropellado mientras su papá le daba un paseo y Lisa ya no lo había podido ver más y había llorado mucho y había estado muy triste. Y Jennie estaría mucho más triste porque al que no iba a ver más era a su abuelito.

Siguió a sus padres hasta la puerta de la casa de su mejor amiga y Richard le acarició el pelo cuando ella se aferró a su pierna.
No sabía si iba a saber que decirle a Jennie para que no estuviera tan triste. Fue Chaerin quien abrió la puerta y también tenía cara muy seria y estaba vestida de domingo, como sus papás. Observó en silencio como su madre abrazaba a la mamá de Jennie y luego como lo hacía su papá. Pasaron al interior de la casa y la pequeña pelinegra escaneó rápidamente la estancia en busca de su mejor amiga pero no la encontró. Solo había alguna gente extraña para ella y Richard que saludaba a sus padres en aquellos momentos con el mismo gesto que el resto en su cara.

A través de los años (Jenlisa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora