Ashley Clayton | Gossip Girl

5.06: Soy el número nueve

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Dicen que el camino de la vida es largo y tortuoso, por eso es importante marcar los hitos a lo largo de él. Desde elegir a tus damas de honor, bautizar el nuevo escritorio de tu jefe, viviendo tu trabajo soñado, aterrizando en tu primera lista de bestsellers, o para finalmente pedir ayuda.

Pero mantengan sus ojos en la carretera, Upper East Siders, o podrían perderse en el viaje.
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Era una mañana soleada en Nueva York. Ayer había vuelto de Londres, después un viaje corto de trabajo. Fue... bueno. Estaba tratando de no pensar demasiado en algo que había sucedido, porque mientras más lo hacía menos explicación le encontraba.

Hoy tenía una entrevista, pero antes me reuní con Chuck para desayunar en el Empire. Debía ponerme al día de grandes cosas.

— ¿Chuck Bass yendo a terapia? —alcé las cejas—. ¿Cómo ocurrió eso?

— Todo empezó con Monkey oliéndole el trasero a otro perro, que resultó ser de una bella mujer con la quise acostarme ni bien vi su falda —viré los ojos al escucharlo—. A su vez, ella resultó ser una terapeuta, y creí que podía acostarme con ella si fingía ser un paciente conflictuado.

— ¿Por qué no me sorprende?

— Al final, terminó aventándome toda la verdad en la cara, por lo que sí me convertí en un paciente conflictuado. Así que tuve que tomar una decisión —sonrió de lado—. Las sesiones han sido reconfortantes.

— Entonces me alegro —le di un golpe cariñoso en el brazo—. En serio. Con todo lo que has vivido en este último tiempo, seguro te hará bien.

— ¿Cómo has estado tú? ¿Tu viaje a Europa te hizo repensar sobre tu posición en el libro de Dan?

Le di un sorbo a mi café.

— Hm, hablé con él mientras estaba allí. Aunque el problema ciertamente nunca fue con él... ya me siento bien. El hecho de que ese libro se trate de nuestras estupideces en la secundaria, no significa que todos tengamos que comportarnos como si aún lo estuviéramos. Estoy enfocada en mí y mi trabajo.

— ¿Y en tú desempeño romántico? —me miró con recelo.

Mis mejillas ardieron inmediatamente. No era posible que supiera eso...

— ¿Disculpa?

— Por favor, no soy estúpido. Has evitado hablar de Nate. Cada vez que te mencionaba algo sobre su trabajo y, más que nada, su jefa, cambiabas de tema rápidamente... ¿Algo está ocurriendo?

Suspiré con alivio al escucharlo. Entonces se trataba de Nate y no de lo que ocurrió en Europa, bien. Puedo manejar eso.

— Nate y yo somos amigos...

— Esa no fue la pregunta —dijo después de beber su jugo.

— ¿Y quién dijo que lo fuera? —miré la hora en mi reloj—. Debo irme. Tengo trabajo que hacer —me levanté—. Gracias por el desayuno. Adiós.

Comencé a caminar a toda velocidad. Dios, que estúpida... ¿Soy la misma que hace cinco minutos dijo que ya no estaba en secundaria?

— ¡Ashley! —escuché mientras subía al elevador.

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Parece que Louis está a punto de hacer que el camino de la recuperación del joven Bass sea un camino lleno de baches. Mejor abróchate el cinturón, Chuck.
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