𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢...
Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...
══════════════════════ Como todo en el Upper East Side, la graduación de la escuela secundaria se hace de manera un poco diferente. ¿Quién necesita pompa y circunstancia cuando tienes paparazzi? ══════════════════════
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Hoy entregaban los diplomas, llegando finalmente el adiós a la secundaria. Era un día cargado con muchas emociones, pero espero no ponerme melancólica. Despedirse de una etapa significa recibir otra, y estoy muy entusiasmada por ver qué depara de mí. Y creo firmemente que pertenecemos al futuro.
Pero antes de cualquier suceso emotivo, Serena me invitó a desayunar para luego dirigirnos juntas a la escuela, ganándose claramente un sí como respuesta. No soy difícil de conquistar cuando se trata de comida. El problema fue que, cuando llegamos al restaurante, Blair estaba sentada en nuestra mesa. Y me dedicó una media sonrisa.
— ¿Hay alguna salida en la cocina? —le pregunté disgustada a Serena.
— A, hoy termina la secundaria —alzó las cejas—. ¿En serio quieres guardar rencor?
— ¿Tengo que responder esa pregunta?
— Vamos —me empujó.
Resoplé derrotada, tampoco iba a hacer una berrinche como niña caprichosa. Nos sentamos frente a ella, mientras la tensión flotaba en el ambiente. No soy generalmente una persona rencorosa, pero no puedo evitar sentirme mal al estar alrededor de ella y su vida perfecta. Es absurdo.
— Gracias por venir —Blair habló al fin.
— Bueno, vine bajo falsas pretensiones...
— Lo siento —me interrumpió—. Por estar con Nate, por las cosas que te dije. Merezco que estés molesta conmigo.
La miré a los ojos, parecía realmente apenada, no puedo contra eso... Bien, en este preciso momento me odio por ser tan fácil de ganar.
— No estoy molesta contigo —negué levemente—. Me dolió, por supuesto, pero creo que la mayor culpa es suya.
— De todos modos no fui una buena amiga. Tú me advertiste antes de comenzar algo con él, no sé por qué hice eso... Quizás por la costumbre de aferrarme a viejos ideales.
Fruncí el ceño. ¿Por qué habla como si perteneciera totalmente a su pasado?
— Espera, ¿ustedes terminaron?
— Sí, en el baile de graduación —afirmó. Eso me tomó por sorpresa—. Te mandé un mensaje para que hablemos, pero supuse que no contestarías... ¿no te lo dijo él?
— ¿Por qué lo haría? —alcé una ceja.
— Escucha, A, lo importante en saber si me perdonas —cortó el tema—. Terminamos una etapa que compartimos desde el principio y quería cerciorarme que estarás en la siguiente... ¿Lo harás?