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Manhattan ha resistido a su cuota de tormentas, olas de calor, huracanes e incluso un terremoto. Pero estos días parece que una nueva fuerza de la naturaleza está tomando forma en el Upper East Side.
══════════════════════Esa mañana estaba desayunando en el Empire antes de ir al trabajo.
A pesar de que Nate y yo ya somos prácticamente dueños de una casa, faltan algunas refacciones antes de poder mudarnos, así que hemos seguido con la misma rutina: algunas noches la pasamos en su suite, otras en mi departamento. Más en mi departamento que en la suite, a decir verdad, ya que la habitación de soltero de Nate había sido invadida recientemente.
Al regresar del baño, Nate se sienta detrás de su computadora en la mesa. Dedicándole un vistazo a Chuck, que se sirve una taza de café.
— Te escuché hablar por teléfono. No sonaba como Blair.
— Voz más profunda, mente más oscura... mi tío Jack —explicó.
— Ah.
— Su gente en Dubái me está ayudando a descubrir quién es el hombre misterioso con Bart en la foto que me envió Amira.
En Dubái contactó a una antigua traductora de su padre, tratando de encontrar alguna información que explique su muerte fingida y su reciente aparición, que para Chuck no es nada inocente. Menos teniendo en cuenta que lo desvinculó sin motivos de Industrias Bass. Cree que hay un negocio oculto. La historia heroica que Bart nos contó no parece suficiente.
— ¿Se le ocurrió algo? —pregunté.
— Aún no. Tenemos una matrícula parcial del auto, localicé el restaurante donde estaba estacionado. Ese es un buen lugar para empezar a hacer preguntas.
— Esas son buenas noticias —dijo Nate—. Quiero decir, tal vez alguien en el área lo reconozca, ¿sabes?
— Sí, esperemos que sí.
En ese momento, el culpable de que la habitación de Nate sea inhabitable, y del reciente disgusto de Chuck, entró a la cocina descalzo y con una expresión somnolienta.
El silencio se hizo presente mientras los tres le dedicábamos una mirada a Dan, quien se servía tranquilamente jugo de naranja del refrigerador. Lo único que se escuchaba en la habitación eran los pasos de Monkey que lo seguía entusiasmado.
— Puede que yo esté negociando con terroristas, pero tú estás albergando a un fugitivo —le dijo Chuck a Nate. Su descontento era evidente—. Vamos, Monkey.
Su mascota lo acompañó fuera de la cocina, no sin antes una caricia de mi parte.
— Lo siento, hombre —le dijo Nate a Dan—. Él... ya sabes.
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Ashley Clayton | Gossip Girl
Paranormal𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢... Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...