𝐍𝐨 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐧𝐚𝐝𝐢𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐛𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐢...
Una escuela privada, pero no vida privada. Lo que sea que los estudiantes hacen, va directamente a su blog. La desconocida pero escandalosa Gossip Girl, le da problemas a los...
══════════════════════ Hay tres cosas que hacemos solos: Nacemos, morimos, y si estamos en la secundaria e iremos a la universidad, tomamos el examen SAT.
Y aunque dicen que la prueba mide nuestros mejores rasgos, prepararse para ella inevitablemente saca a relucir los peores. La humildad se convierte en inseguridad. El esfuerzo se convierte en obsesión.
Algunos tienden a automedicarse. Mientras que otros se aferran a la seguridad de ser parte de un grupo. Y el que esté acostumbrado a violar las reglas, se verá violándolas. ══════════════════════
Al parecer, la persona que estuvo molestándonos estos días fue Georgina Sparks. Ella era una vieja amiga de la escuela que llevaba una vida parecida a la nuestra, en su momento, bastante revoltosa. Había desaparecido luego de un terrible episodio, y no estuvimos en contacto desde entonces. El problema es que, en nuestro historial, hay cosas que no queremos que vean la luz, jamás... y no tenemos tanta oportunidad de evitar que suceda si ella vuelve a nuestras vidas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Esa mañana entraba junto a Charles a la escuela. Anoche había dormido en mi casa, mientras recibía el último reporte de su detective privado. A pesar de intentarlo, no había podido sacarle siquiera un poco de información, ya que según él debía enterarme al mismo tiempo que Serena.
— ¿Cómo te preparas para el SAT? —le pregunté, girando hacia el pasillo.
Sobre eso. Yo no tenía que presentarme a hacer este examen, gracias al cielo. Hace unos meses lo habíamos rendido junto a Nate, sugerido por nuestros padres. Nos dijeron que sería mejor pasar por ese proceso antes que el resto de los alumnos, previo a que se terminé el año escolar y estemos ocupados con el cierre de notas de las clases.
En perspectiva, fue la mejor decisión, viendo como mis compañeros están por morir de desesperación por no poder hacer todo al mismo tiempo. Y además asistimos a unos cursos que facilitaron el aprendizaje, así que obtuve un promedio bastante bueno; y suficiente para ser aceptada en Columbia, que es lo que mi papá quiere.
— Mi cuenta de banco está perfectamente lista para esta ocasión —Chuck sonrió de lado.
— Eres incorregible —reí, negando con la cabeza—. Nunca consideré que fueras a hacer la prueba por tu cuenta, de todos modos.
— ¿Para que perder el tiempo en algo que puede ser resuelto soltando unos billetes?
Nos detuvimos en la puerta de salida al patio interno cuando un par de chicas se metieron en el medio del camino. Eran del equipo de hockey, seguro que las había visto antes.
— Hey, Chuck —saludó una de ellas, la rubía, tocándole el pecho y haciéndole ojitos.
Podría haber vomitado ante esa secuencia si no estuviera tan acostumbrada. Mi atención cambió de lugar cuando divisé a Blair y Serena sentadas a la distancia, en una de las mesas del patio. La primera se levantó y caminó hacia nuestra dirección para entrar al corredor, después de dedicarle una mirada con desprecio a mi amigo, quien se unió al juego de la rubia.
