Capítulo 16

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Ni bien Juan había entrado a su casa no pudo evitar soltar una carcajada al ver a su hermano mayor con los ojos llorosos murmurar "Tú estás chiquito, como puedes andar comiéndole la boca a un desconocido frente a nuestra casa, eres mi hermanito be...

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Ni bien Juan había entrado a su casa no pudo evitar soltar una carcajada al ver a su hermano mayor con los ojos llorosos murmurar "Tú estás chiquito, como puedes andar comiéndole la boca a un desconocido frente a nuestra casa, eres mi hermanito bebé chiquito todavía". Sinceramente el de lentes pensaba ver a su hermano con los brazos cruzados y regañándolo por haber llegado a esas horas y haber llegado con Spreen, pero esa reacción no la esperaba.

Si bien había comido antes de llegar a su casa, sus padres lo prácticamente obligaron a sentarse con ellos en la cena, aunque sea para acompañarlos.

Dicha cena familiar en la cual Juan estaba solo tomando el jugo de durazno que había hecho su madre, era muy agradable, el profeta y Xena contaron como habían salido de la casa para poder trabajar, Drako por su parte comento que había visto su foto en redes sociales, una de las muchas fotos que le habían tomado en la mañana los paparazis, al contar aquello Drako agrego un "ahora Familia, sentémonos a esperar a que me llamen para ser modelo de alguna marca".

Hablaron también de lo que hizo Juan en todo el día, a lo cual Juan empezó a contar su día con Spreen, causando que sus padres lo vieran con ternura, su pequeño hijo lucía bastante enamorado e ilusionado en dicha relación, y por todo lo que decía de Spreen se notaba que él era un buen muchacho, Drako por su parte al verlo y escucharlo lo dudo un poco más «¿Es una verdadera relación o no?».

Spreen por su parte creyó que era buena idea ir a dormir a la casa donde se encontraban sus padres. A diferencia de Juan que al llegar a su casa fue recibido con cariño y curiosidad por su familia, el híbrido al llegar se encontró con su padre bajando las escaleras del segundo piso recibiéndole con una mirada que él no podía describir si era buena o mala.

—¿Seguís modo homofóbico? –pregunta con un tono sarcástico.

— Un poco, pero tu mamá me mando a dormir al sofá –suspira frustrado mientras se masajea el puente de su nariz- pensaba dormir en el sofá de mi oficina ya que es más cómoda, pero Cheryl lo dejo bajo llave y se niega a dármela.

El híbrido menor no pudo evitar reír por aquel comentario, definitivamente su madre era asombrosa por poder controlar a su padre.

— ¿Y con ello se te bajo tu homofobia?

— Spreen, no soy homofóbico, solo... –el mayor lleva una de sus manos detrás de su cuello- Me tomo por sorpresa, y tal vez mi reacción no fue la más adecuada, lo que menos quiero es que estés molesto conmigo, eres mi hijo y a pesar de todo te quiero.

El contrario no pudo evitar enarcar una ceja mientras miraba a su padre, ¿Qué tanto lo regaño su madre para que su padre ande diciendo esas cosas a estas horas de la noche? O tal vez le pesa más el hecho de que le toque dormir en el sofá.

— Dijiste que Juan era un interesado, ni siquiera me preguntaste desde cuando somos pareja o algo, rematando con eso parecía que lo despreciabas por no ser de una clase social "alta". Cosa extraña porque ni tú ni mamá me criaron así –decide restarle importancia a la charla con su padre y pasar de largo para subir las escaleras con la idea de dirigirse a su habitación.

¡Yo me opongo! - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora