Capítulo 14

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El simple hecho de estar esperando a Juan en el mismo lugar en el que lo había dejado el día anterior y ver desde allí como había un montón de personas frente a una casa que ni siquiera podía ver con más detalle por la cantidad de curiosos que hab...

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El simple hecho de estar esperando a Juan en el mismo lugar en el que lo había dejado el día anterior y ver desde allí como había un montón de personas frente a una casa que ni siquiera podía ver con más detalle por la cantidad de curiosos que había allí, le provocaba un mal sabor de boca.

¿Hasta dónde es capaz de llegar la prensa por respuestas y por tener una nota dorada para su trabajo?¹

No le sorprendería si Juan quisiera echarse para atrás con el plan, él tampoco soportaba a la prensa cuando se ponía intensa. Había visto un par de "noticias" en las redes sociales, entre ellas era el revuelo por lo que paso el día de ayer.

"El matrimonio arreglado entre las empresas DMC y Mendeliev cancelado", "¿Quién es el amante de Spreen?", "¿Quién es el bizcochito?". Y muchos otros títulos, pero debe decir que los que más gracia le hicieron fue uno que decía "QUE VIVA EL AMOR HOMOSEXUAL", si su padre llegará a leer aquello se enfadaría bastante, aunque lo que su padre opinara de ello le tiene sin cuidado, mientras no quiera meterse en su trabajo nuevamente.

«¿Siquiera Juan podrá salir de su casa? ¿Debí decirle que no vine en mi auto?» Fueron los pensamientos que tuvo Spreen mientras miraba su celular e intentaba buscar algún meme divertido.

— Dame todo lo que tengas en tu cartera ahora mismo –en su espalda siente algo apuntándolo, no podía ver a quién lo estaba apuntándolo, no podía captarlo en su rango de visión.

Tenía dos opciones, darle las cosas en paz, o darse la vuelta y cagarle a piña al pendejo que está intentando asaltarlo. No quería llamar la atención en esos momentos, y mucho menos viendo que no muy lejos estaban los reporteros, no sabía que podría pasar si alguno veía el pequeño lio que causaría si se enfrenta ante su asaltante.

— Tengo 20 dólares en el bolsillo... ¿Te sirve? –dice con una voz calmada, realmente no se iba a dejar robar. Además, no creía que el saqueador lo hiriera con el arma que se encontraba en su espalda, seguro también era consciente de su entorno y que no podían llamar la atención.

— ¿Y así me invitaste a una cita? Digo, no soy exigente, pero merezco algo bonito después de haber salido de ese zoológico que está montado frente a mi casa. –Spreen deja de sentir lo que sea que estuvo apuntado a sus espaldas y rápidamente voltea al darse cuenta de las palabras y la voz que había contestado.

— ¿Juan? –El híbrido miraba con desconcierto a Juan, el chico no parecía el mismo que vio ayer.

Juan tenía un cabello rubio con corte y flequillo similar al que llevaba Justin Bieber en el 2010, además del pelo rubio tenía puesto un gorro de color negro con que tenía una cara sonriente. Además traía una curita en la nariz, además si se fijaba bien parecía que tenía un moretón en la mejilla, aquello lo alarmo un poco ¿Qué le había pasado?

— El mismo e inigualable, ¿Qué tal? No parezco yo ¿verdad? Oh, traje también otra peluca en mi mochila, también maquillaje y otro guarda ropa –lleva su mochila frente suyo y saca levemente una peluca de color grisáceo para mostrarle.

¡Yo me opongo! - SpruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora