YOONMIN: Exotic Dancer

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Tiempo después.

A pasado mucho tiempo desde todo lo sucedido, Jimin esta mejor que nunca con Yoongi, Seung vive con ellos al igual que la abuelita de Yoongi quien es quien se encarga de la comida, ya que no aceptó a alguien más. Viven en la mansión Park que por muy lujosa que se vea todos ahí son sencillos al vestir.

-¡Chicos!- Grita la anciana de baja estatura.

-¡Allá vamos!- Responde Jimin.

Mientras que ellos se dedican hacer lo que toda pareja hace, después de tener una tensión sexual cada que se ve, Seung se encuentra con la última carta de Choisun, ah pasado meses desde que le escribió incluso una de ellas hizo llorar tanta a Seung que Yoongi lo tuvo que calmar.

"Seung, se que ah pasado tiempo, se que tal vez me odies, ya que no contestas mis cartas, pero te vuelvo a pedir disculpas, fui un estúpido a decir que aceptaras el trato, y más amenazandote con tu familia.

Seung, mi pequeño amor, no sabes cuanto eh estado pensando en ti, no sabes cuantas veces eh querido tenerte en mis brazos y besarte tanto hasta que me canse..."

¿Como olvidarlo? Siempre le ah mandado cartas y el no las quiere contestar por miedo a que lo rechace por todo lo que quiere escribir.

Durante todo este tiempo se a sentido más que triste, si es que eso puede ser posible, el Seung de antes ya no estaba, era extraño, no salía de la habitación del Señor Park o de su oficina, se la pasaba trabajando, pero casi no quería comer, se veía más delgado, más... Triste cada día.

Por otro lado los amigos de Jimin y Yoongi estaban organizando una fiesta, típico de ellos. No había un solo fin de samana que no lo hicieran, y es que a ellos les gustaba eso, divertirse y olvidarse.

-¡¿Holaaaa?!- Grito Jimin al llegar al lugar donde sus amigos le habían dicho.

-¡¡Sorpresa!!- Salieron cada uno de su lugar, saltando con gran felicidad.

-¡¡Feliz cumpleaños Park Jimin!!- Dicen al unísono.

Esto, esto es lo que le gustaba a Jimin, vivir su cumpleaños en paz por un momento y divertirse... Y claro que hoy lo haría.

Cada quien pasaba a felicitarlo y a darle su regalo, hasta que tocó el turno de Yoongi.

-Feliz cumpleaños, mi mochi- Lo toma del rostro y le da un beso de piquito.

-Gracias- En los ojos de Jimin, solo mostraban el amor hacia su novio, aquel sujeto que hizo que conociera el verdadero significado del amor, el sujeto que le enseñó que el estatus social no interviene en el amor, el sujeto que le enseñó más allá del amar.

En los ojos de Yoongi sólo mostraban el amor que tenía por su pequeño, aquel pequeño que por apodo le decía mochi, aquel pequeño que había sido la única persona en dejarse tocar, besar y abrazar, aquel pequeño que le enseñó el significado de felicidad, el significado de querer tener a alguien y cuidarlo pese a lo que sea, aquel pequeño que con solo sonreír hacia que Yoongi se sonrojara, aquel pequeño de ojos bonitos quien lo mira con ansias de quien sabe que.

Min Yoongi iba a arriesgar todo por su pequeño al igual que Jimi que arriesgaría todo por su gatito, que a pesar de todo y de todos aún lo ama, y más que nunca.