YOONMIN: Exotic Dancer

18

— Seokjin.

— Dime— Lo miro a los ojos.

— Te amo. Siempre te eh amado, por favor no te alejes de mí, está vez te conquistare y serás mío para siempre y-

— Ya llegué Jin— Dijo el pelinaranja entrando. — Oh. Lo siento, lo siento. Perdón, no fue mi intención.— Dijo Jimin tapándose los ojos.

— Sal de aquí Park.— Dijo sonriendo al ver a Namjoon aguantarse la risa.

— Sí, sí. Emmm... Bueno t-te espero afuera— Dijo nervioso.

— Vale ya vístete— Hablo Seokjin.

— Otro rato más, por favor— Dijo acorrucandosé en el mayor.

— No Namjoon. Ya estuvimos un buen rato, ya vístete.— Dijo dándole un beso rápido en los labios.

• • •

— Lo siento mucho, no quería que nos vieras de esa forma— Hablo Seokjin.

— No disculpame a mí, interrumpí tu velada— Lo miro coqueto.

— ¿Mi qué?-

— Velada...— Hablo Namjoon saliendo de la oficina y dirigiéndose a ellos.

— No era velada, solo... Solo estábamos... Emmm... Pues ya sabes... Estábamos —Dijo nervioso.— Tú sabes... Solo estábamos...

—¿ Platicando? —Hablo Jimin.

— Si eso, solo estábamos platicando y...

— Ujum... — asintió levemente.— Una plática que llevo a gritos de placer, caricias y besos...

— ¡Kim Namjoon! — Le pegó un codazo al estómago contrario. — ¿Si te podrás callar?

— Vale ya. Parecen una pareja de recién casados, pelando enfrente de su hijo.

— ¿Hijo? ¿Qué? —dijeron al unísono.

— Nada olvidenlo. Yo solo vine a trabajar como siempre, y a reportarme con Seokjin.

— Bueno Jimin, ya lo hiciste, ahora largo, que quiero seguir disfrutando a mi mundialmente hermoso Seokjin.

— Que tonto eres.

— Tú haces que lo sea. —le guiño el ojo.

• • •

El transcurso de la noche, paso increíblemente bien para Jimin, algo cansado se dirigió hacia su camerino, en donde en realidad lo compartía con otras dos personas más, la verdad Jimin no prestaba atención, ni siquiera los conocía, el era reservado en ese lugar.

— Jimin —Hablo una voz familiar.— Valla hasta donde haz caído, para seguir tu patético en insignificante sueño. —Jimin volteó a ver hacia la puerta que daba al callejón y mierda.

— ¿Que haces aquí? —hablo molesto.

— Solo quería ver, donde trabaja mi propio hijo, para conseguir lo que quiere. — Dijo el padre desabrochandose el saco y sentándose en el pequeño sillón del lugar.

— Vete de aquí —Señalo la puerta de donde habia entrado su padre.— Sal de aquí, o te saco. No tienes nada que hacer aquí, y mucho menos de verme, tú habías dicho, que mientras siguiera con este sueño "patético" iba a estar muerto para tí. O... ¿Acaso no lo recuerdas?