Capítulo 26

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Sorin le ofreció otro beso en los labios a Melione, ella lo recibió con gusto y trató de levantarse de la cama antes de que su amigo la atrajera de nuevo.

— No quiero que te marches tan pronto —dijo él abrazándola.

— Yo tampoco lo quiero, pero Apsat está cerca y no quiero perdérmelo. Nunca me he perdido uno desde lo de mis padres.

— Era su festividad favorita, ¿verdad?

— Sí, aunque es más una competencia que una festividad.

— ¿crees que este año ganaras?

— No lo sé, el año pasado fue bastante duro. Aun puedo sentir los golpes de la chica que me eliminó —dijo y se tocó la espalda con el espectro imaginario de aquel encuentro.

— Tu solo haz tu mejor esfuerzo, no todo se trata de ganar.

— Lo sé, pero si no me dejas ir ahora no tendré tiempo para entrenar.

— Tienes trs días completos, por una hora de retraso nada pasara.

No se resistió cuando Sorin la puso debajo de él y mucho menos cuando comenzó a besarle el cuello. A la primera embestida, no pudo pensar en nada más que no fuera ese mismo momento.





Melione le daba golpes fuertes y certeros a la figura que Blagden había creado para ella y escuchaba como él peleaba con la que ella había creado para él.

Las cosas no habían mejorado mucho, pero al menos Blagden ahora quería hablar un poco con ella, su actitud de siempre aún no había vuelto, pero estaba bien. La princesa desconocía que había pasado en primer lugar para que el tomara esa actitud y, por más que había intentado que se lo dijera, él no lo había querido. La figura idéntica al príncipe le lanzó un golpe en la cara a la princesa que la hizo ver estrellas, así que esa era la verdadera fuerza del príncipe. Una parte de él que nunca le había dejado ver. El acorralarlo y poder ponerle una daga al cuello para inmovilizarlo había sido más difícil de lo que había pensado; mientras ella terminaba con la figura oscura, Blagden estaba debajo de la otra figura luminosa con dos dagas sobre su cuello y su corazón. 

Él no era el único que escondía su fuerza.

Las figuras desaparecieron a petición de ambos.

— Así que esta festividad Apsat, es para conmemorar al dios de la caza, ¿verdad? —preguntó él jadeando.

— Si, exactamente.

— ¿puedes recordarme que haremos?

— Todos los participantes nos adentramos en el bosque con el objetivo de eliminar a otros participantes. Utilizamos brazaletes que limitan nuestra magia a un mínimo, en el cual solo podemos abrir portales, y el premio es una gran suma de oro y joyas. Si la familia real gana, se dona a los orfanatos y causas que necesitan fondos demás en el país.

— Interesante.

— Bastante, y es mejor parar con el entrenamiento ya, si no descansamos bien nos eliminaran en dos minutos.

La princesa se levantó de la hierba ofreciéndole una mano a su amigo, él la aceptó con algo de recelo y juntos caminaron hasta el castillo.

Blagden se separó de Melione en el momento en el que pisaron el castillo, la princesa se había resignado a pensar que, si el ya no quería pasar más tiempo con ella estaba bien, no lo obligaría a nada. Así que solo fue a cenar con su familia y luego fue a su habitación a terminar un libro de historias que había sacado de la biblioteca real; Heaven, Fib y Hal volaban por toda la habitación mientras jugaban, el primero últimamente estaba de mejor humor que de costumbre e incluso cuando Melione volvió de Niviel este había revoloteado a su alrededor y le había lamido la mejilla repetidas veces. 

La Promesa del Destino *[EN PROCESO]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora