Capítulo 45

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Blagden sintió varias punzadas fuertes en el brazo y la pierna, fueron tan repentinos y tan exageradamente agresivos que casi cayó al suelo en ese momento, se levantó la manga de la túnica para encontrarse con que no había nada en su piel.

Se había preguntado durante las últimas semanas si era prudente contarle a la familia real sobre el libro que de la biblioteca del que aun desconocía el nombre y toda su historia detrás, ciertamente le estaba dando muchas respuestas sobre su futuro y como contactar a Melione, pero no sabía que tan peligroso podía ser estar jugando con eso y no quería involucrar a otras personas, así que al final había concluido en que no se los mostraría, al menos por ahora.

Se había quedado dormido luego de pasar tres lunas sin hacerlo, pero no sirvió de mucho, seguía con un vacío tanto en su pecho como en su ambiente. No tener a Melione estaba comenzando a afectarle en una manera más profunda de la que hubiera imaginado. Simplemente se sentía vacío, como si ya no tuviera esperanzas de nada y, el hecho de que sus propios hermanos fueran aquellos que la estaban torturando, no ayudaba mucho a la idea de recuperarse un poco. Lo único que lo mantenía con los pies en la tierra, eran las reuniones casi diarias en las que a Seren le informaban novedades sobre el mundo humano y nuevos datos con los que podrían entrar al castillo y rescatar a la princesa.

Cada vez que Seren le comunicaba las cosas que sentía Elysian, el amigo de Melione, se le rompía el corazón y las ganas de vengarla le hacían hervir la sangre, pero aparte de eso se preguntaba que le estarían haciendo en ese día especifico de la semana que siempre la ponía en una posición propia tan miserable y dolorosa. Se le habían subido las gana de ir al mundo humano y romperle el cuello a sus hermano en el momento en el que Seren le dijo que esa sensación había sucedido está vez tres veces en una sola semana.

De hecho, había meditado mucho si seguir a sus pensamientos de impulsividad e ir al mundo humano y enfrentarse a todo eso solo, o de verdad quedarse e implementar ese plan que comenzaban a estructurar de forma lenta, pero concisa, ese tema lo tuvo en las nubes todo el día.

— Blagden —lo llamó Kalon—. Sal de tu mundo

— Ah si —reaccionó—, perdón ¿Qué decías Seren?

— Decía que estamos considerando la posibilidad de que vayas al mundo humano un par de veces —fue como si le hubieran echado un cubo de agua fría encima.

— ¿Qué?

— Si —dijo Eirny—. Físicamente eres igual a un humano, nosotros no podemos ir y pensamos que te será más fácil camuflarte entre ellos para que puedas traernos algunas noticias.

— ¿están seguros de esto?

— No, aun no —intervino Ilaria, se veía demasiado cansada—, pero es una posibilidad segura de que puedas traernos algo útil y buscar cosas en específico. Nuestros espías siempre van con la intensión de encontrar cualquier cosa que sea útil, en cambio tú puedes ser mucho más preciso.

— Pero cabe aclarar que no puedes acercarte a nadie de tu familia —dijo Caelum con esa voz sombría—, ni mucho menos puedes acercarte demasiado al castillo, solo buscaras información y es todo. No te enfrentaras a nadie ni causaras ningún disturbio.

— ¿Qué dices? —preguntó Kalon—. Solo debes ir y conseguir información, nada más, solo si te sientes cómodo iras. No vamos a obligarte a nada.

Claro que iría, no se perdería la oportunidad de conseguir información, pero la idea de no acercarse al castillo lo tenía inquieto, al igual que el miedo de que su magia pudiera explotar en cualquier momento, pero era un riesgo que debía tomar.

— Si —aceptó—. Claro que iré ¿Cuándo?

— Mañana. 

El tono de Seren había sido firme, aunque se veía exhausta. 

La Promesa del Destino *[EN PROCESO]*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora