Y Le Escribí al Amor...

Capítulo 8 Desesperación

¡Beep, beep, beep! Sonó mi despertador, refunfuñé y me levanté de mi cama.
-Toc, toc, ¿se puede? Escuché a Heather afuera de mi habitación.
-Si pasa. Dije un poco indiferente.
-Isa ¿estás bien? Ha pasado una semana y no has salido de tu cama, ¿qué pasa? Me preguntó Heather preocupada y con sus preciosos ojos azules llenos de tristeza.
-Isa, mírate no has comido, no has salido de casa y no le has hablado a nadie en toda una semana y Tyler esta muy preocupado por ti, al igual que yo.
-Heather hay algo que.. Que.. Amm, nada solo estoy tomándome unos días.
No le podía decir que Mia me estaba amenazando arruinaría la cosas más de lo que ya están.
-Isa, de verdad me preocupas demasiado. ¡Dime que es lo que pasa!
Tyler abrió la puerta.
-Isabelle, no sabes lo preocupado que estaba por ti. No pude dormir en toda la semana ¡nunca me vuelvas a hacer esto!
Me dijo Tyler mientras me llenaba de tiernos besos en toda la cara y me sostenía en sus cálidos brazos.
-Estoy bien. Fingí mi sonrisa.

En el salón de clases.

-.... Y eso fué lo que Aristóteles trata de decirnos con esta frase. Explicó la señora Winters.
-¡Aburrido! Dijo Mia.
Puse los ojos en blanco, como la detesto su simple existencia, toda ella.
Salimos de clase y corrí a la cafetería, no sé porque pero quería evitar a Tyler y a Heather a toda costa. Me siento tan culpable el hecho de saber que Natalie era su hermana no... no... Puedo.
-¡Ahí esta! Dijo Tom señalándome con el dedo. Fingí mi sonrisa mientras se acercaban a mí el y Tyler.
-¿Estás bien Belle? Pareces estar tratando de evitarnos.
¡Mierda! Ya lo notó. Pensé...
-No cariño, solo estoy cansada. Fingí mi sonrisa de nuevo.
El desayuno fué muy silencioso e incómodo, me siento tan culpable. No puedo más con esto tengo que decirle...

Entramos a la clase de Español y Mía se sentó a mi lado.
-Hola Belly. Me saludó Mía.
No respondí y me limite a mirarla con indiferencia.
-¡Uy! Parece que alguien esta molesta. Me dijo Mia sarcástica.
-Mia tengo que decirle a Tyler, ya no puedo con esto.
-¡¿Qué?! No se te ocurra Isabelle, estamos en medio de un juego ¿recuerdas? Yo te digo que hacer y lo haces.
-Pues no pretendo seguir con tu estúpido juego, voy a decirle. Me levante de mi asiento y un segundo después Mia me jaloneo el brazo y me regresó a mi asiento.
-¿En serio vas a desafiarme? Me dijo mirándome a los ojos. Honestamente no sabía de lo que era capaz, Mia es una perra sin control.

La semana siguiente Mia hizo lo posible por acercarse a Ty alejándolo de mi. ¿Y si le dice? ¿Y si termina conmigo? No ¡no! No lo voy a permitir.

Me acerqué a Tyler y le di un beso en la mejilla.
-¡Hola preciosa! Me saludo Ty tierno.
Bueno al menos sigue siendo el mismo conmigo lo cual significa que no le ha dicho nada. ¡Uf! Que alivio.
El resto del día estuve con Tyler y me la pase de maravilla, ya había olvidado lo tanto que lo adoraba. Pero tengo que confesar todo.
-¿Ty? Dije temblorosa.
-Dime Belle. Me dijo sonriendo tierno.
-Tengo que decirte algo...
-Sí Belle dime. Me tomó la mano y me miró a los ojos.
-Es que, hay algo que tú no sabes de mi...
-Mira Belle si se trata de que estoy todo el tiempo con Mia es porque ella viene a mi, y no quiero ser mal educado. Pero si te molesta puedo alejarla.
Me dijo tomándome por la cintura mirándome fijamente a los ojos con una sonrisa tierna.
-No cariño no es eso... Es otra cosa. Dije nerviosa.
-Se trata de algo que hice en el pasado y no me gusta recordar.
Tyler frunció el seño.
-Dime. Dijo a secas.
-¿Qué le pasó a tu hermana Natalie?
-Belle sabes que no me gusta hablar de eso...
-Sólo dime.
-Pues falleció en un accidente de auto. Y lo peor es que no fue culpa suya, fue del imbécil que conducía el auto. Si pudiera tenerlo en frente ¡le partiría la cara ahora mismo!
Mierda y ¿ahora como le digo? Me quede callada.
-¿Por qué preguntas Belle?
La confusión invadía sus preciosos ojos miel.
-No por nada cariño, ¿vamos a cenar? Muero de hambre.
-Sí está bien. - Replicó

Terminamos de cenar en el Sushi Rock, la pasamos increíble. Como adoro a este hombre. Sonaba la canción de Arctic Monkeys "Snap out of it" una de mis favoritas, el ambiente estaba increíble y romántico. Ahora no puedo decirle, todo va tan perfecto.. ¿Una vida sin él? No la soportaría.

Tyler me llevo a casa. Estacionó el auto afuera de mi departamento. Me plantó un beso romántico y preciso.
-No quiero que te vayas. Tú me perteneces. Sonrío malicioso.
-¿Ah sí? ¿Te pertenezco? Me reí.
-Sí eres mía.
-¿Por qué lo dices?
-Simplemente por la estúpida manera en la que no puedo parar de pensar en ti un solo segundo del día. La manera en la que mi corazón se para cada vez que sacudes tu cabello, la manera en la que me embriaga tu fragancia, la manera en la que sonríes y tus ojos se iluminan al verme.
Esa forma tan tuya de hacerme enojar y callarme con un beso, eso Isabelle Angelfield... Eso te vuelve mía, y porque simplemente una vida sin ti sería la manera más lenta y dolorosa de morir.
Isabelle, te quiero en mi vida siempre, por favor nunca te vayas.
Me miraba a los ojos con ternura.
Me ruboricé.
-¿Me acompañas adentro? Dije maliciosa.
-¿Y Heather?
-Está fuera. Entonces ¿vienes?
Una sonrisa maliciosa se esbozo sobre sus perfectos labios.
Me llevo en sus brazos por todo el pasillo hasta mi habitación. Me plantó un beso romántico.
-¿Segura que quieres hacer esto? Preguntó con ternura.
Sonreí y asentí con la cabeza.
Me beso mientras me tomaba por la cintura con delicadeza. Poco a poco me sacó la blusa y sentí sus manos contra mi cintura desnuda. Se sacó la camiseta por encima dejando a la vista su abdomen perfecto.
Situé mi mano en su pecho y comencé a repasar sus tatuajes en el pecho.
Me sonrió y poso sus manos cálidas en mi cuello controlando mi rostro.
-Isabelle, eres la mujer de mi vida. Y te amo.
Más de lo que amé alguna vez a alguien, superas todo por lo que había esperado eres más de lo que yo imaginé, eres eso que tanto había estado buscando.
Me miraba con sinceridad en sus preciosos ojos miel. Me plantó un beso desesperado y romántico, y ese fue el momento.
El momento en el que supe que quería entregarme, que él sería al hombre al que le daría el alma y el corazón en una sola noche, quería que en fuera el hombre que tomara mi inocencia y la remplazara por experiencia, quería que el fuera al único hombre al que le entregaría el alma en una noche, me posé frente a él con únicamente kilómetros... kilómetros de piel, y entre bocanadas y suspiros, compartimos fuego.