Sonó mi alarma, de vuelta a la realidad.
Me di una ducha rápida y me vestí.
Me puse un par de shorts high wasted y una blusa de Forever 21 con el logo de la Guerra de las Galaxias, mis converse rojos, un poco de perfume y me dispuse a salir por la puerta diciéndole adiós con la mano a mi mejor amiga enferma.
Conduje hasta el colegio y entré al salón de biología. La clase estaba por empezar.
De nuevo en clases... Digo en mi pensamiento. Ty no había llegado y eso me preocupo un poco, Mia tampoco había llegado a clase y eso me preocupo aún más.
Puse la mano en mi barbilla y me dispuse a escuchar lo que el señor Hoffman tenía que decir.¡Riiiiing! Al fin el toque de de receso. Pensé. Al entrar a la cafetería no pude ver a ninguno de los dos. Vi a Tom sentado en nuestra mesa así que me acerque.
-¡Hola! Dije con una sonrisa en mi rostro, falsa obviamente.
-Hola. Se limitó a decir Tom.
-¿Cómo estás? Hace semanas que no te veo. Dije algo preocupada.
-Nada Isabelle estoy bien. -Se levantó de un jalón de su silla y salió de la cafetería.
¿Qué pasa con Tom? Él no es así. ¿De verdad estará bien? Puse los ojos en blanco y comencé a picotear el tazón de fruta que tenía en frente.Terminé mi almuerzo y no había pista de Tyler o de Mia.
Salí por la puerta trasera de la cafetería y pude escuchar la voz de Tom a lo lejos. Me escabullí para poder escuchar mejor. Tom le gritaba a un sujeto de chamarra de cuero y lentes obscuros. Tom se veía mal, sus ojos enrojecidos y su cara pálida lo decían todo.
¿En qué clase de lío está metido? No quise meterme así que me dirigí a clases. Lo llamaré más tarde ¿que tal que es algo grave?
Regresé al salón de clases.
-Buen día señora Winters. Salude a la profesora con una sonrisa.
-Buen día señorita Angelfield.
Repasé la clase entera con la mirada y seguía sin ver a Tyler o a Mia.
Me senté y saque mi libreta de Literatura. Había algo saliendo de la parte de atrás de la libreta, era una nota.
" Belle,
No asistiré a clases hoy. Te explico después.
Tyler."
¿Qué significa eso? Bueno al menos sé que está bien.
Dentro de mi sabía que estaba nerviosa, a final de cuentas puedo engañar a los demás pero nunca podré engañarme a mi misma.
Estoy asustada, tengo miedo que Mia pueda decirle algo a Tyler sobre Natalie, ya es suficiente con el hecho de saber que soy la responsable pero que Tyler me dejara sería una puñalada en la espalda. Ese chico es mi vida y no soportaría perderlo.
-¿Isabelle? ¿Puedes responderme la pregunta que te hice?
Oh no, ¿qué?
-Eh... ¿Si?
-Isabelle ¿al menos escuchaste la pregunta que acabo de hacerte? Me dijo la señora Winters.
-Disculpe. Me limité a decir.
La señora Winters me miró con una mirada fría y penetrante.
-Bien sigamos.. Dijo Winters.
Puse mi mano en mi barbilla y volví a mirar hacia la ventana.En cuanto sonó el timbre de salida tomé mi celular y marqué el teléfono de Tyler.
Beeeep...beeeep...beeeep...el número que usted marco no está disponible favor de llamar más tarde.
Carajo. Tomé mi mochila salí de el salón y me dirigí a mi auto. Lo encendí y comenzó a sonar "Suedehead" de Morrisey, aquella canción que Tyler cantaba a mi oído tomándome por la cintura.
Arranqué y note que una lagrima salía por el rabillo de mi ojo. La quite con mi mano. Sé que estoy pensando lo peor, pero es preferible esperar lo peor así la verdad no golpea tan duro.-¡Hola Isa! Me dijo Heather con voz enferma en cuanto entré al apartamento.
-Hola Heath, ¿como sigues?
-Pues... Tengo puestas mis pantuflas de conejo así que no lo sé. -Dijo mientras tosía.
-Bien te haré una sopa, regresa a la cama. Le dije sonriendo.
Heather me abrazó.
-Gracias, regresaré a ver más películas deprimentes.
Ambas reímos.
Vimos Netflix por el resto de el día, no podía dejar sola a Heather y salir a buscar a Tyler como un cachorro tratando de encontrar a su hueso.
Intenté llamar a Tyler de nuevo, pero no contestó.
Comencé a desesperarme ya eran las 10:00 pm y Tyler no había aparecido.
Así que tomé mis llaves sin pensarlo y conduje hasta el departamento de Tyler. Toqué la puerta con fuerza pero nadie respondió, así que toque aún más fuerte y la puerta se abrió por si sola. No lo pensé y solo entré, había cajas de cerveza vacías por toda el área de la sala junto con algunos pares de jeans y calcetines en el sofá. Seguí avanzando hasta la habitación de Ty, no pude ver nada extraordinario hasta que baje la mirada a su mesita de noche. Había unos discos de Pink Floyd pero debajo de uno de ellos había una hoja arrugada...
Veme a las 10:30 pm en el centro de la ciudad. Tengo que hablar contigo.
¿Con quién tenía que hablar Tyler? Apenas son las 10:20 debe estar en camino. Salí de el apartamento y me dirigí al centro.
Al llegar no vi a nadie estaba completamente solo. Bajé de mi auto, y inspeccione toda el área. Vi una cabellera rubia a lo lejos al instante supe que era Mía.
Me acerque un poco más para escuchar de lo que hablaban.
-No, eso es imposible Isabelle no es así. Dijo Tyler enfadado.
-Pero así es Tyler, las apariencias engañan. Dijo Mía orgullosa.
-Pero no es posible... ¡Carajo! Tyler comenzó a sollozar gritando repetidas veces que yo no era así.
Y en ese momento lo supe, que todo estaba arruinado Tyler me dejaría. Ya lo sabe, que yo soy el maldito monstruo que mató a lo que más amaba en este mundo.
Un viaje por el tiempo en mi memoria me llevó a la escena del accidente; ahí estaba yo ebria manejando una camioneta a las 3:00 am.Todo iba bien, Natalie iba al fondo de la camioneta junto con otras chicas del internado entre ellas estaba Mia, creía tenerlo bajo control pero estaba demasiado ebria para pensar con claridad. Sólo recuerdo una luz deslumbrante al frente de mí y los gritos de Natalie me hicieron reaccionar, pero ya era demasiado tarde.
La camioneta se había volcado y sólo recuerdo el sonido de las sirenas acercándose, recuerdo haber visto a Natalie a lo lejos tirada en el suelo mientras los paramédicos cubrían su cuerpo con una manta azul.
Soy un monstruo ¡yo debí haber muerto en ese accidente no Natalie! Corrí hacia mi auto y arranqué; no sabía exactamente a dónde iba, sólo quería escapar de ahí.
Veo en el retrovisor a Tyler persiguiéndome y haciéndome señas con las manos así que frené. Tyler se acerca a mi ventana.
-Dime que no es cierto. Decía mientras las lágrimas caían desconsoladamente de sus ojos.
-¡Dime que no es cierto Isabelle!
Sólo me quedé callada, no sabía qué decirle jamás me perdonará lo he perdido para siempre.
Tyler solo me miró con dolor en sus ojos y se alejó del auto.Desde ese entonces no he sabido nada de él.
Y daría lo que fuera por volverlo a ver.
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Y Le Escribí al Amor...
RomantikIsabelle Angelfield es una chica que ha estado enamorada del mismo chico por años, ella creía que su amor platónico Tyler Benner jamás la había notado pero, ¿Será eso cierto? ¿De verdad nunca la había notado? La vida da muchas vueltas y para Isabel...