Capítulo 13 Preocupación.

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Narra Isabelle:
-Deberías comer Isabelle.
Mi madre refunfuñó.
-No tengo hambre.
-Isabelle... Mi madre usó el tono "me decepcionas" sabía que vendría un sermón.
Aquí viene, aquí viene y....
-Hija, yo sé que estás triste y aún no estás lista para seguir con tu vida. Pero han pasado siete meses y ya es demasiado. No porque no quiera tenerte aquí pero..
La interrumpí antes que pudiera terminar.
-Mañana me voy, no te preocupes.
Dije sin más y me paré de la mesa de un jalón.

"Come back, come back to me like you could you could just say you're sorry and I know that we can work it out somehow. But if this was a movie you'd be here by now."


Cantaba las líricas de Taylor Swift mientras conducía de regreso a casa. No negaré que estaba nostálgica, pero sabía que tenía que seguir con mi vida... No quiero volver, no ahora...Tyler Benner ese chico me tiene pensándolo todo el día y ¿honestamente? Lo echo de menos.
Yo tenía una vida pero siento que ya no soy dueña de ella, siento como si alguien más estuviera viviéndola por mi, que ya no soy yo la que maneja ese barco, me siento fuera de lugar y ya no encajo.

¡Zas! Azoté la puerta del auto y contemplé ese bonito departamento  color blanco con ventanales dorados y preciosas jardineras en cada ventanal.
Antes que pudiera avanzar, la puerta principal se abrió de un jalón y vi aquellos ojos azules llenos de emoción.
-¡Isabelle has vuelto! Gritó Heather mientras corría a darme un fuerte abrazo. Como extraño a esta chica.
-¡Te extrañe tanto! Dije mientras una lagrimita salía por el rabillo de mi ojo.
-¿Entonces que esperas? ¡Vamos adentro! Jaló mi brazo y me llevo dentro de esa casita tan acogedora, casi olvidaba lo preciosa que era.
No pude evitar soltar un sollozo, mi vida era un desastre, había lastimado a tanta gente y no merecía un recibimiento tan precioso.
Abrace a la rubia tan fuerte que casi la rompo.
-Perdóname. Solté en un suspiro.
-Te perdono. Me abrazó más fuerte.
-¡Heather! creo que ya sé dónde puede estar Isabelle necesito las llaves del coche.
Escuché una voz familiar, aquella voz que me hacía suspirar, aquella que cuándo susurraba me endulzaba el oído.
Tyler se quedó inmóvil en el umbral de la sala mirándome fijamente hasta que soltó un sollozo de felicidad y corrió a abrazarme.
-No me vuelvas a dejar así nunca por favor. Me susurró al oído mientras estrujaba mi pequeño cuerpo.
Me limité a quedarme callada y solo fundirme con su cuerpo como solíamos hacer antes. En ese momento me di cuenta que éramos perfectos, encajamos tan perfectamente, por más fría que fuera no podía serlo con él.
Se separó de mi cuerpo y me miró con sus preciosos ojos café miel, soltó un sonrisa y no dudó en estrujarme de nuevo.
-Te extrañé. Me dijo a secas, pero con un tono de alivio en su voz.
-Y yo a ti.
Me separé de él y tomé con mis pequeñas manos su rostro, él se acercó y nuestras narices chocaron sentía su respiración y su delicioso aroma. Me acerqué un poco más a él y nuestros labios rozaron, me tomó por la nuca y nos fundimos en un beso desesperado, era lo más cercano que conocía a la magia.
-Bueno ya ya ya, también es mi mejor amiga. Soltó Heather separándonos.
Ambos reímos.
Ring, ring, ring sonó el celular de Heather.
-¿Hola? Miré a Heather con el entrecejo fruncido.
-¿Quién es? Le pregunté en un susurro.
Heather me hizo una seña que cerrara la boca. Me reí.
Tyler me tomó por la cintura de manera que quedé de frente a él.
-Tenemos que hablar. Me dijo en un tono algo frío.
-Lo sé, pero Heather sigue aquí.
-¡Chicos! Tengo que irme, me acaba de llamar mi compañera de Biología y dice que requerimos llevar para mañana un maldito proyecto del que no tenía idea y no hemos hecho nada. Dijo Heather corriendo por toda la casa buscando sus llaves.
-¡Adiós no me extrañen tanto! Soltó Heather entre risitas y azotó la puerta.
Oh mierda. Pensé.
-¿Ahora podemos hablar? Tyler se veía algo enojado.
Asentí con la cabeza y me senté en aquel sofá amarillo dónde solía leer.
-Lo siento. Dije a secas bajando la cabeza, quería llorar.
-Se que te hice mucho daño Tyler, sé que te mentí y no obstante de eso me fui sin darte explicaciones. Soy una idiota y no sabes lo arrepentida que estoy, de verdad es sólo que... Tenía miedo, miedo de lo que dirías si sabías que fui yo el monstruo que asesinó a lo que más amabas en este mundo, yo no podía con la culpa y no sabia como decírtelo.
Las lágrimas comenzaban a caer de mis ojos.
-De verdad lo siento. Sollocé.
Tyler suspiró, me tomó de la mano y me levantó del sofá de manera que quedé frente a él y lo miré a los ojos.
-Te quiero, es lo único que necesitas saber. Y me importa un carajo lo que hiciste o lo que haya pasado, eso ya fué lo que me importa es que estoy jodidamente enamorado de tí y no puedo sacarte de mi maldita cabeza. Y te juro que si vuelves a irte de mi lado iré detrás de ti y no pararé hasta encontrarte.
Me abalancé sobre él y lo besé, lo besé tan apasionadamente como nunca lo había hecho antes, tomó mi cintura y metió su mano debajo de mi blusa mientras yo le quitaba la suya. Intercambiábamos respiraciones agitadas y desesperadas hasta que terminamos en la pared, me tomó los muslos y me montó en él mientras seguía besándome, después bajó sus labios a mi cuello y luego a mi pecho, se me escapó un gemido y él me besaba cada vez con más intensidad. Me llevó montada en él a mi habitación y entre besos y respiraciones agitadas me lanzó a la cama y se montó sobre mi tomando mis muslos y acariciándolos con delicadeza mientras yo estrujaba su cabellera y lo besaba como si fuera la ultima vez que lo haría.

-Te amo. Dijo a secas mientras le acariciaba el cabello.
Levanté mi cabeza y lo besé.
-Yo te amo más.


Y Le Escribí al Amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora